Indignación por una pintada en el dolmen de Alberite
Patrimonio Cultural
El enclave arqueológico de Villamartín, de 6.000 años de antigüedad, aparece con un apodo grabado en la roca
El Dolmen de Alberite, en Villamartín, ha sufrido un acto vandálico de importante trascendencia ya que uno o varios individuos han realizado una incisión en una de sus piedras, dejando a modo de regalo la palabra ‘El Pinichi’.
Este hecho supone un ‘atentado’ arqueológico a uno de los monumentos neolíticos más antiguos de la península ibérica, ya que tiene unos 6.000 años de historia. El dolmen de Alberite fue descubierto en 1993 y está considerado de vital relevancia porque posee una gran galería de unos 23 metros de longitud (4.000 años antes de Cristo), donde se encuentran pinturas esquemáticas en ocre y grabados de armas, lunas, soles e incluso algún antropomorfo de época megalítica. Durante su excavación se encontraron en el interior los restos de dos individuos cuyos huesos fueron descarnados y espolvoreados con ocre, según los investigadores.
Pues bien, el pasado Viernes de Dolores se detectó este acto vandálico en una de sus piedras que cierran el conjunto del dolmen. Al parecer, alguien realizó una incisión con algún objeto de hierro sobre la piedra, dejando para la “posteridad” la leyenda ‘El Pinichi’. Una lamentable y repudiada acción que ha indignado a profesionales de la arqueología en la provincia, que piden mayor seguridad en este tipo de enclaves. “Hay otras ‘pintadas’ más antiguas que están más camufladas. Pero es la primera vez que se realiza un acto de estas características con la intención de perdurabilidad, rascando con un objeto y quitando el color de la propia piedra”, aseguran los especialistas.
El Dolmen de Alberite forma parte de la Ruta Arqueológica de los Pueblos Blancos. Se encuentra en una finca privada, pero el Ayuntamiento tiene una cesión indefinida sobre los terrenos. En los últimos años, el Consistorio suscribió un contrato de cesión a una firma para la explotación del enclave, que está vigente. La empresa valló en su día el perímetro. De hecho, la misma puso en distintas ocasiones cámaras de seguridad para proteger el recinto, pero éstas han sido robadas. El alcalde de la localidad, Juan Luis Morales, informa de que la institución municipal está realizando un informe, a través del arqueólogo municipal, que elevará a la Delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, para comunicar la situación actual del yacimiento y las posibles directrices a seguir. "No es la primera vez que el dolmen sufre pintadas. Nos consta que se ha dotado en ocasiones de cámaras de vigilancia, pero el emplazamiento está en mitad del campo y hay un riesgo claro", admite.
La Junta de Andalucía, que tiene las competencias sobre esta materia, realizó la última intervención en este yacimiento en 2005, dotándolo de una cubierta. Hasta ahora, no es un BIC, pero se supone, según algunas fuentes, que quedaría declarado automáticamente en el momento que entre en vigor la nueva legislación que desarrolla este tipo de patrimonio.
El Dolmen de Alberite, en Villamartín, junto con los de Menga, en Antequera, y Soto, en Huelva, está considerado uno de los monumentos dolménicos de referencia en la Península.
La excavación del dolmen fue llevada a cabo por un equipo integrado por profesionales del Proyecto de Investigaciones Arqueológicas Guadalete y por el Área de Prehistoria de la Universidad de Cádiz, bajo la dirección de Francisco Giles Pacheco y José Ramos Muñoz.
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