Navantia ya tiene el diseño del buque para el Ejército de Tierra
Sector Naval
Técnicos del astillero de Puerto Real llevan año y medio trabajando en él
Defensa piensa en dos unidades y serán los primeros buques ecológicos de la Armada española
Cádiz/El Gobierno, a través del Ministerio de Defensa, trabaja ya en el diseño del buque de transporte logístico para el Ejército de Tierra cuya construcción se prevé asigne a Navantia Puerto Real.
La adjudicación de este buque ya fue tratada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, durante la celebración del Consejo de Ministros en Sevilla la semana pasada. Allí, de la reunión entre ambos mandatarios socialistas tan sólo trascendió acerca de este asunto que habían analizado la situación actual de la factoría de Navantia en Puerto Real, compartiendo ambos la necesidad de asegurar carga de trabajo de manera estable.
En este sentido, y ante la posibilidad cada vez más cercana de que finalmente no se le adjudique el quinto petrolero Suezmax del que estaba pendiente, el Ejecutivo contempla ya como alternativa la construcción en esta factoría de un ferry de transporte de tropas del Ministerio de Defensa.
Este periódico ha tenido acceso al plan que tiene previsto dicho Ministerio. Ya parece estar clara la decisión de Defensa, que ha comenzado a estudiar la sustitución de los actuales buques del Ejército de Tierra Martín Posadillo (BMP) y Camino Español (BCE) y ha definido la necesidad de disponer dos buques de transporte logístico para su sustitución.
Navantia, de hecho, (en calidad de diseñador de buques de vanguardia y con objeto de cumplir con las necesidades de su cliente de referencia, que es el propio Ministerio de Defensa), abordó el proyecto de buque logístico para el transporte de material del Ejército de Tierra en el astillero Puerto Real. Así, como ha confirmado este periódico, técnicos cualificados de esta factoría han trabajado durante el último año y medio en todas las especialidades del dique de Matagorda, incluidos los especialistas en propulsión con gas natural, que han venido trabajando en el proyecto del buque TLET. Estas siglas se refieren a las misiones y características del buque y significan Transporte Logístico Ecológico y Trivalente.
De esta manera, según el proyecto ya en marcha, el TLET es un buque de última generación, ecológico, de gran capacidad de transporte de material del Ejército de Tierra, de amplio perfil operativo, de diseño flexible, con bajo coste de operación y cumpliendo la ultima normativa medioambiental de MARPOL para navegación por el Mar Mediterráneo con consideración de zona de emisiones de SOx controladas (consideración de buque ecológico). El buque está diseñado para el transporte de todo tipo de material del Ejército de Tierra (aeronaves incluidas) entre la península, las Islas Canarias, las Islas Baleares, Ceuta y Melilla.
Tendrá capacidad de transporte logístico en operaciones internacionales, pudiendo desplegar todo tipo de vehículos y aeronaves. La cubierta exterior del buque se puede configurar dependiendo del tipo de misión, pudiendo funcionar como cubierta Ro-Ro, cubierta de vuelo o cubierta para estiba de todo tipo de contenedores.
Además, estará diseñado para la intervención en catástrofes naturales y humanitarias, con capacidad de instalar en su cubierta contenedores de alojamiento, de potabilización de agua, generación de energía y hasta de un hospital avanzado.
El proyecto pasa por hacer de este barco un buque ecológico, diseñado con una propulsión con gas natural licuado para cumplir con la normativa MARPOL IMOIII que tiene previsto considerar el Mar Mediterráneo como zona de control de emisiones de azufre (Sox). Sería, por tanto, el primer buque ecológico de la Armada.
Igualmente, estará diseñado de la forma más ecológica desde el punto de vista del consumo energético, reduciendo su consumo de energía un 22% sobre los buques actuales.
Con respecto a sus características, el TLET tendrá una alta capacidad de maniobra y gran autonomía de medios exteriores, ya que no necesitará remolcadores para operaciones de atraque ni de grúas exteriores para carga/descarga. Además, contará con una gran capacidad de operación y de transporte de distintos tipos de helicópteros. Será un buque sin limitación de banda de operación pues tiene una grúa de cubierta en cada costado y puertas Ro-Ro en los dos costados. Igualmente, se le supone una gran seguridad pasiva ante amenazas asimétricas (terrorismo de baja intensidad). Otra de sus características es que será un buque de tripulación reducida, con una dotación de 32 personas, pero que podrá transportar hasta 88; y altamente automatizado.
Hasta aquí las características técnicas. Desde el astillero de Puerto Real, su comité de empresa lleva meses insistiendo en que, para no frenar la salida de operarios de industria auxiliar (el pasado verano había 3.500 y ya son menos de 1.800), era vital la consecución del quinto petrolero. Una vez confirmado que finalmente no se construirá, la plantilla puertorrealeña fijó su objetivo en este barco, como ya anunciara la anterior presidenta de la SEPI, Pilar Platero, durante el Gobierno del PP.
Además, se habló de uno y ahora, por lo que parece, Defensa piensa en dos unidades. También se especuló con la opción, aún no confirmada, de que Puerto Real se encargara de construir el Buque de Acción Marítima de Investigación Subacuática (BAM-IS), algo que por el momento no ha vuelto a trascender.
El milagro de los 6.000 empleos
Cinco corbetas y 6.000 empleos de industria auxiliar. Más allá de debates políticos locales, nacionales e internacionales, lo que más pesa en el contrato de Navantia con Arabia Saudí son precisamente los puestos de trabajo. Pero este hecho, poco a poco, se va diluyendo.
Esto es así porque, como se han encargado de airear unos y otros, viendo las pocas perspectivas de trabajo para la factoría de Puerto Real (que ha llevado a varias protestas por parte de su plantilla), el dique puertorrealeño recibiría parte de esas corbetas. Por tanto, y teniendo en cuenta que los trabajadores de contratas realizan su labor por gremios, esos 6.000 no serían todos para La Isla, sino que una parte tendría su trabajo en Matagorda, en función de lo ritmos de construcción de cada barco.
Pero, además, desde Ferrol ya se han encargado de recordar que también allí se fabricarán algunos elementos de las corbetas con lo que, como se ha dicho, y en función del trabajo que toque, los 6.000 empleos previstos también se irían reduciendo.
El hecho de que estén en una u otra factoría no quita peso al hecho de que serían miles los gaditanos que volverían a tener empleo, después de la finalización de los petroleros en Puerto Real. Pero, como también han explicado desde algunos sindicatos en la Bahía, los 6.000 empleos en San Fernando estarían extensamente repartidos por otros astilleros de Navantia.
Por este motivo, Puerto Real insiste en reclamar una carga de trabajo estable para esta factoría, que defina a medio plazo qué tipo de barcos se encargará de construir. Esto es así porque, aunque Defensa autorizase de inmediato la construcción del TLET, entre mayo y diciembre del próximo año 2019 no habría entrada de personal de industria auxiliar. El poco trabajo que hubiera lo asumiría la cada vez más reducida plantilla.
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