El fiscal pide 35 años para un acusado de asesinar al dependiente de un bazar chino en San Roque
La acusación pública sostiene que el procesado asestó 21 puñaladas al empleado y dos a su cuñada
San roque/El fiscal pide una pena de 35 años de cárcel para el supuesto asesino del dependiente de un bazar chino situado en la avenida de las Industrias, en la barriada Campamento de San Roque, el 27 de junio de 2016. Ese mismo día dejó gravemente herida a otra dependienta, su cuñada (ambos de nacionalidad china) y se llevó 200 euros de la caja registradora del establecimiento. El juicio está señalado para febrero de 2019 y el acusado se enfrenta a los delitos de asesinato por alevosía (20 años de prisión), asesinato en grado de tentativa (14 años y 11 meses) y hurto (tres meses de multa de 30 euros diarios). Además, el fiscal solicita que indemnice a los herederos del fallecido, sus dos hijos, con 120.000 euros y con 25.000 a la mujer que resultó herida.
Una vez cotejadas todas las pruebas practicadas, el fiscal recoge en las conclusiones provisionales el resumen de los hechos. Estos sucedieron el 27 de junio de 2016 en el Bazar Súper Cien, situado cerca del límite entre los municipios de San Roque y La Línea. A las 9:37 el acusado, domiciliado en Ceuta y de nacionalidad española, preguntó a la mujer dónde podía encontrar maquinillas de afeitar y se dirigió a la zona que le indicó. Allí se acercó el hombre y el procesado le preguntó por productos de ferretería para llevárselo a un lugar más apartado. Entonces, aprovechando que ambos estaban solos, "movido por el ánimo de acabar con su vida", le asestó 21 puñaladas con un cuchillo de 20 centrímetros en varias partes del cuerpo, incluidos órganos vitales como el pulmón, el hígado, los riñones o el corazón. El hombre "no tuvo capacidad alguna de reaccionar ante lo inesperado del ataque y la imposibilidad de huir a causa de su incapacidad física".
Las puñaladas causaron al trabajador del bazar muerte por shock hipovolémico posthemorrágico por esas 21 heridas, de una profundidad de entre 8 y 10 centímetros. La más importante fue la sección del ventrículo izquierdo del corazón. La muerte se produjo entre las 9:50 y las 10:00.
Acto seguido, sobre las 10:15, el acusado se dirigió al mostrador y, sin mediar palabra, "movido por el ánimo de acabar con su vida", sacó el cuchillo y se lo clavó a la mujer en la parte izquierda del cuello. A continuación, "de una manera fría y calculada", se puso al lado de la ella y le asestó otra puñalada en la parte derecha del cuello.
Mientras la mujer se desangraba, el acusado se apoderó de 200 euros de la caja registradora, intentó llevarla a la zona de probadores, donde pretendía asegurarse de que efectivamente moría desangrada. Pero la mujer, después de que el supuesto autor de los hechos cerró las cortinas de los probadores, fingió que estaba muerta. El acusado creía que había fallecido y abandonó el bazar.
La mujer sufrió varias heridas por las dos puñaladas, entre ellas un sutil colapso de la yugular derecha y desgarros que tardaron en curar 155 días, todos impeditivos para el desempeño de su trabajo.
El acusado lleva privado de libertad desde el 30 de junio de 2016, cuando fue detenido por la Guardia Civil en el barrio Benítez, de la ciudad de Ceuta, en la puerta de su domicilio. Los cuerpos de seguridad tenían constancia de que había embarcado desde Algeciras hacia la ciudad norteafricana el mismo día de los hechos.
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