Seis años más de cárcel para Antón, un legendario narco de Barbate
La Audiencia ha condenado también a un hermano y a un primo del traficante a la misma pena
Cádiz/Antonio Vázquez Gutiérrez, más conocido en el mundo del narcotráfico gaditano con el sobrenombre de Antón, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Cádiz a la pena de seis años de cárcel por intentar introducir 240 kilos de hachís con la colaboración de su hijo, entonces menor de edad, a través de la costa de Conil. Asimismo, el tribunal gaditano ha condenado a un hermano y a un primo del histórico narco a la misma pena de prisión por participar en este alijo.
La sentencia de la Sección Tercera da por probado que el 17 de noviembre de 2015, Antón -con numerosos antecedentes penales por tráfico de drogas-, y su hijo de 17 años de edad subieron a bordo de una embarcación semirrígida marca Mercury. Con la misma pusieron rumbo a altamar y, tras cargar en un punto no precisado ocho fardos de hachís, fueron interceptados por una patrullera del servicio marítimo de la Guardia Civil que había sido alertada a través del Sistema Integral de Vigilancia del Estrecho a unas cinco o seis millas de la costa frente a las playas de Roche, en el término municipal de Conil.
En el interior de la embarcación, apunta la resolución judicial, los agentes encontraron los ocho fardos, que estaban amarrados unos a otros y todos dentro de unas bolsas al final cargadas con piedras (preparadas por si era preciso fondear la droga). En total, los agentes se incautaron de 240 kilos de hachís que en el mercado habrían alcanzado el precio de 386.160 euros.
A los tripulantes detenidos se les intervinieron varios móviles, un bolso que contenía un trozo de papel con unas coordenadas geográficas anotadas y 305 euros.
Según explica la sentencia, en el momento de desembarcar sonó el teléfono del hijo de Antón, que intentó disimular, si bien un teniente se percató de la llamada, descolgó el móvil y, sin proferir expresión alguna, oyó al hermano de Antonio Vázquez al otro lado del hilo telefónico decir "ya tenemos todo preparado". Estaba ejerciendo funciones de soporte en tierra, por lo que el agente se limitó a responder: "Venid para acá que tenemos problemas".
La Guardia Civil trató de localizar e identificar a las personas que, por ser conocidos o familiares de los arrestados, pudieran estar por los alrededores para prestarles apoyo.
Así, cuando dos efectivos circulaban en un coche camuflado por el carril de San Ambrosio, se cruzaron con un turismo marca Peugeot en el que viajaban el hermano de Antón, apodado 'Chelu', y un primo suyo, alias 'Piticló', ambos anteriormente condenados por un delito contra la salud pública.
El vehículo policial, especifica la sentencia, dio la vuelta cambiando de dirección para seguir a los sospechosos unos 100 metros más adelante. El primo del emblemático narco se percató de la intención de los agentes y trató de escapar con maniobras evasivas, aumentando la velocidad y cambiando aleatoriamente de vía. En un momento dado, cuando los implicados se quedaron atrapados en un carril por el que no podían avanzar, abandonaron el vehículo y huyeron. No obstante, durante una batida posterior, la Guardia Civil pudo detener al primo de Antón.
Además de la pena de cárcel de seis años, la Audiencia de Cádiz ha impuesto a Antón y a sus dos familiares una multa de 1.930.800 euros a cada uno. La sentencia no es firme si bien la Sección Tercera ha acordado prorrogar la prisión provisional de los tres condenados en primera instancia por un máximo de tres años.
El narco que paseaba por el pueblo con un cachorro de león
La saga más célebre del hachís de Barbate lleva el nombre de los Antón: Antón Viejo, Antón Hijo y ahora el hijo de Antón. Para Antón siempre trabajaban los mejores, incluidos los mejores pilotos de lanchas, entre ellos uno que los guardias civiles reconocen que ha sido de los pocos capaces de torearles en alguna ocasión en una redada nocturna en plenas aguas del Estrecho. Un miércoles estaba haciendo un porte de hachís con la goma y un sábado estaba en Francia en un campeonato de lanchas rápidas. La última vez que Antón Hijo fue atrapado, en 2015, era él mismo el que hacía el trabajo sucio, él mismo pilotaba, en compañía de su hijo de 17 años, una semirrígida con 240 kilos de hachís, una menudencia para lo que había sido Antón. El narco barbateño, parece, había vuelto a empezar desde abajo, todo un golpe para el mito que en su día se paseaba por el pueblo con un cachorro de león y que con el tiempo parecía haberse serenado. De hecho, había puesto algunos negocios legales pero no a su nombre. P.I./P.M.E.
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