Los agujeros negros de la ITI
El nuevo Gobierno denuncia 14 "proyectos fantasma"
El nuevo Gobierno de la Junta denuncia que se ha encontrado con 14 iniciativas apenas formuladas a pesar de que se presentaron a bombo y platillo en la anterior legislatura
Los socialistas defienden que las ayudas no corren peligro ya que la UE da de plazo hasta 2023 para su ejecución
La Iniciativa Territorial Integrada (ITI) obró el milagro del consenso. 19 alcaldes de la Sierra de Cádiz, tres consejeros de la Junta de Andalucía, entre ellos su entonces vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, y representantes de siete organizaciones empresariales del sector turístico, se daban la mano en Arcos de la Frontera para celebrar "una lluvia de 20 millones de euros" con los que se buscaba fomentar el turismo en la ruta de los pueblos blancos. Casi no cabían en la foto de familia. Eso ocurrió el 13 de abril de 2016.
Tres años después, el plan del fomento del turismo en los pueblos blancos es uno de los catorce proyectos de la ITI en "riesgo alto" de perder el apoyo de los fondos europeos porque apenas está esbozado y no tiene ni gerente designado, según ha denunciado esta semana el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía. Así lo confirmó el viceconsejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Manuel Alejandro Cardenete tras la comisión de participación de la ITI celebrada este martes en Cádiz.
"Vamos a tener que correr mucho. Tenemos 21 meses para algunos proyectos que datan del año 2016 y en los que no se ha hecho nada", aseguró el viceconsejero de Presidencia, Antonio Sanz, quien también compareció junto a la delegada de la Junta en Cádiz, Ana Mestre.
La ITI de Cádiz está recogida en el acuerdo firmado en 2014 entre el Gobierno de España y la Comisión Europea. Por primera vez, se entendió que la provincia de Cádiz, por sus niveles de paro y desequilibrio social, merecía un trato especial. Cádiz contaría con una de las cinco ITI reservadas para España -las otras son Teruel, Castilla-La Mancha, Mar Menor y la ITI Azul, compartida con Francia, Irlanda, Portugal y Reino Unido-.
En el caso de Cádiz, Junta y Gobierno decidieron dejar a un lado el enfrentamiento político y destinar el 5% de los fondos europeos que iban a recibir en el periodo 2014-2020 para revertir el atraso de la economía gaditana. Esto suponía una inversión de casi 1.300 millones de euros, de los que el Gobierno central aportaría unos 900 millones y la Junta de Andalucía en torno a 400 millones, a partir de los Fondos Feder, Feader y el Fondo Social Europeo (FSE).
Transcurridos cinco años del horizonte 2014-2020 de la ITI, el balance no es nada halagüeño en lo que se refiere a la administración regional, a juicio del nuevo Ejecutivo andaluz. De los 391 millones de euros vinculados al programa -el 97,6% del importe gestionado por la Junta-, se han aprobado proyectos por un importe de 274 millones de euros, lo que supone casi el 70% del total.
El porcentaje de ejecución desciende al 19%, ya que sólo se han gastado 49,5 millones de euros. Y si hoy Bruselas quisiera conocer qué cantidad de fondos se ha gastado de ese montante de 400 millones, sólo se podrían justificar 800.000 euros, el 1,6% de lo comprometido, que es lo único que se ha certificado hasta ahora.
El nuevo ejecutivo pone el acento en que 14 proyectos, que suman un total de 74 millones de euros, pueden perder su asignación debido a su inmadurez. El aspecto más sorprendente es que muchos de ellos, no sólo el del plan de turismo de los pueblos blancos, fueron anunciados en su día a bombo y platillo.
Entre las iniciativas señaladas, destaca el proyecto de Ubrique Creativa, para el que se había consignado una inversión de casi cinco millones de euros para dotarle de maquinaria, según anunció el pasado año la entonces presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en una visita a la localidad de la sierra.
Otro de los proyectos en vilo, según el Gobierno andaluz, es la recuperación del poblado de Sancti Petri, una iniciativa que fue presentada por el chiclanero Manuel Jiménez Barrios y que se rubricó en marzo del año pasado.
Los problemas también afectan al al Centro Tecnológico del Vino proyectado en el Parque Tecnológico Agroindustrial de Jerez y al Parque Tecnológico del Motor, un vivero de empresas que se iba a ubicar en el Circuito de Jerez del que Susana Díaz dijo en 2016 que supondría "un paso más para que Jerez se relacione con el motor todo el año".
En el primer caso, el inmueble en el que se iba a instalar está embargado dentro del concurso de acreedores en el que se encuentra en el PTA. Hasta que no salga a subasta no se podrá llevar a cabo el proyecto, un paso para el que aún no hay fecha.
En cuanto al Parque Tecnológico del Motor, la comisión que supervisa los proyectos de la ITI descartó su inclusión al faltar el proyecto constructivo y no haber tiempo material para su desarrollo, según aseguró en marzo la delegada la Junta en Cádiz, Ana Mestre.
Defensa de la gestión del anterior gobierno
El ex viceconsejero de Presidencia Fernando López Gil, uno de los principales artífices de la ITI de Cádiz, niega la parálisis y asegura que la gestión de estos fondos ha sido ejemplar. "La ITI de Cádiz es la que tiene una ejecución más avanzada de España y ha sido puesta como ejemplo en Bruselas", insiste.
Las cifras difieren de las aportadas por la nueva administración. Antes del traspaso de gobierno, se habían comprometido actuaciones por un importe de 366 millones, de los que 139,4 millones estaban en ejecución, según defiende el ex alto cargo socialista.
Además, sostiene que sólo quedaban diez proyectos pendientes de ser aprobados por la comisión de planificación: el equipamiento tecnológico de Ubrique Creativa; el Centro Tecnológico del Vino; el Centro de Innovación Logística; las acciones de mitigación de déficits de suministro energético; el Centro de Innovación del Motor; Proyectos Innovadores-Grupos Operativos; Viento Sur de Europa; la Puesta en valor del Guadalete: el Programa de Experiencias Profesionales para el Empleo: y la Formación Ocupacional para jóvenes en sectores estratégicos.
Para el ex número dos de Manuel Jiménez Barrios, ha sido una sorpresa que "Antonio Sanz haya querido confrontar con la ITI cuando una de las primeras cosas que acordamos fue dejarla fuera de la confrontación política para dar una imagen positiva de la provincia y atraer inversiones".
Fernando López Gil insiste en que es mentira que el plazo para ejecutar los proyectos expire en 2020. "En absoluto hay peligro de perder los fondos. La Comisión Europea nos da de plazo hasta 2023. Eso se sabía casi desde el primer momento", subraya el ex alto cargo socialista, que incide en que "así se recoge en el articulado de la ITI".
No obstante, el ex viceconsejero de Presidencia admite que la tramitación de los proyectos no ha sido tan rápida como le habría gustado. En primer lugar, recalca que el Gobierno central, presidido entonces por Mariano Rajoy, no aprobó las directrices con las que se debían manejar los fondos europeos del marco presupuestario 2014-2020 hasta finales de 2017. "Hasta entonces no podíamos empezar porque se corría el riesgo de que algún proyecto no fuera elegible y por lo tanto no lo pagara la Unión Europea", admite.
El otro factor es que la Junta optó por un nuevo modelo de gestión de las ayudas. "Se decidió no ir a lo fácil, convocar órdenes para asignar los fondos, sino acudir a las empresas y preguntarles qué necesitaban para desarrollar proyectos que quedaran en el tiempo", explica Fernando López Gil. De ahí surgen iniciativas como el Centro de Fabricación Avanzada, en contacto con Navantia o Airbus.
En otras palabras, ladrillo en vez de subvenciones. La contrapartida es que los plazos son más dilatados. "Por ejemplo, podíamos hacer una orden para incentivar el turismo en Cádiz o que el segundo mayor teatro romano de España se convirtiera en un atractivo para atraer turismo", narra.
"Esto implicaba decidir en una comisión qué queríamos hacer. A partir de ahí, elaborar un anteproyecto; luego licitar el proyecto de ejecución, que son unos seis meses, licitar la obra, y luego construir", argumenta.
López Gil incide en que proyectos como el de la dinamización de los Pueblos Blancos o Ubrique Creativa se componen de varias actuaciones, y no se puede decir que están en riesgo por el hecho de que una parte no se haya implementado, como denuncia el nuevo Ejecutivo autonómico.
"Ellos ponen como ejemplo Ubrique Creativa. No se ha aprobado una de las líneas, que es la de la maquinaria y la tecnología, pero hay otras que se están ejecutando, como la de la internacionalización", sostiene el ex viceconsejero, que recalca que "la peculiaridad de la ITI es que son acciones integrales por sectores productivos, no actuaciones deslavazadas".
Ni un euro gastado del Fondo Social Europeo
La ITI se nutre de todos los programas de fondos europeos destinados al desarrollo de la provincia. Uno de ellos es el Fondo Social Europeo, el principal instrumento de Bruselas para combatir el desempleo. El FSE aporta 42 millones a la ITI de Cádiz, de los que no se ha tocado ni un euro pese al alto nivel de paro.
El ex alto cargo de la Junta admite esta situación, que achaca a varias causas, entre ellas a la paralización de las políticas activas de empleo por la investigación sobre los cursos de formación. "Además, queríamos hacer un nuevo modelo, no repetir que se hace con fondos ordinarios. La idea era crear centros temáticos de formación, donde sacar a licitación cursos homologados, pero es verdad que no conseguimos ir lo suficientemente rápido", lamenta el ex viceconsejero de Presidencia.
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