Ciudad Jardín: un barrio pionero en el autoconsumo energético compartido
ENERGÍAS RENOVABLES
Los 31 bloques de esta barriada de Puerto Real funcionan con energía solar en todas las zonas comunes y sus ascensores. Han logrado reducir la factura de la electricidad más de un 50%
“Este barrio es ejemplo de que la ciudadanía sí está a la altura”
Puerto Real/Cuando hace algo más de 35 años, se entregaron en Puerto Real las casi 500 viviendas de un barrio al que llamaron ‘Ciudad Jardín’, los más de 2000 vecinos que lo habitaron ya sabían que morarían en un entorno en el que el medio ambiente iba a ser protagonista. Y aunque ahora los jardines del barrio no pasen por su mejor momento “porque el Ayuntamiento no los cuida como debería” –dicen los vecinos siempre que pueden, como quien introduce una ráfaga publicitaria- esa conciencia ambiental sigue latente.
El último ejemplo de esta barriada, que también podría servir como referente en la buena gestión de su comunidad de vecinos, es que se han unido a las energías renovables. Es la mayor comunidad de autoconsumo compartido que existe en Puerto Real y, probablemente, en la provincia de Cádiz.
Desde hace un año, los 31 edificios que componen este barrio funcionan con energía renovable en sus zonas comunes. La luz de la escalera, las antenas de televisión y, lo más importante, los ascensores de todos ellos.
La idea la presentó a la junta directiva de la Asociación de Vecinos Puerto Balbo su actual presidente, Fernando Monroy, quien en distintas etapas acumula ya 25 años al frente de la Asociación. “Yo tengo una vivienda en el campo en la que instalamos placas solares. Cuando vi todos los beneficios que tenía y el ahorro que suponía, pensé en que quizás se podría implantar en el barrio teniendo en cuenta que teníamos una factura de luz bimensual de alrededor de 3.000 euros”, explica Monroy.
Llevó la idea a una Junta y, al principio, “eran un poco reacios como lo era yo antes de probar la experiencia, pero cuando hicieron comparaciones, decidimos implicarnos”, recuerda. Al tratarse de un proyecto de esta envergadura, presupuestado por la empresa instaladora en alrededor de 160.000 euros, se convocó una asamblea vecinal para explicarlo todo. “La verdad es que no hubo ningún problema y se votó por unanimidad porque sabían que era una cosa importante para el barrio”.
La Asociación contó para la instalación con la empresa puertorrealeña Sasolar, que tiene más de una década de experiencia en energías renovables. Ellos han sido los que se han encargado del proyecto “llave en mano”.
Tras varios meses de reuniones y solicitudes de permisos, los trabajadores de Sasolar comenzaron el montaje de nada menos que 186 paneles solares de alto rendimiento en las castilletes que recubren el sistema de ascensores, por lo que, además de estar protegidos de las inclemencias del viento, el impacto visual es mínimo. Unos dos meses después de iniciar el montaje, se tramitaron las certificaciones del ministerio de Industria y comenzaron a funcionar.
Fernando Monroy. Presidente Asociación de Vecinos
“Todos los vecinos vieron la importancia del proyecto y la decisión fue unánime”
Desde entonces, los 31 edificios de la barriada, cada uno de forma independiente, funcionan con energía solar en sus zonas comunes, y enla Asociación de Vecinos Puerto Balbo están encantados con los resultados.
“El más evidente es el ahorro económico”, dice Fernando Monroy. Y para confirmarlo da detalles de las facturas. “Hasta ahora, el balance de los gastos en lo que a energía eléctrica se refiere era de unos 25.000 euros anuales de media”, apunta. La previsión es que se reduzca hasta un 60%. “Aún no podemos hacer el balance del año completo, pero sí sabemos que antes de la instalación se pagaban unos 3.000 euros de forma bimensual, y ahora la factura es de unos 600 o 700 euros mensuales, por lo que ya estamos ahorrando más de la mitad”, dice satisfecho.
Los vecinos, en general, también están contentos con los resultados. Y es que, desde la asociación recuerdan que la inversión no ha supuesto que los vecinos del barrio hayan tenido que pagar una cuota extra, “ni una derrama, que en este barrio nunca se ha tenido que pedir”. Se ha financiado en un porcentaje con los ahorros de la comunidad, y el resto mediante un préstamo bancario.
Es precisamente ese préstamo lo que está lastrando que el proyecto crezca. Y es que la idea de los vecinos es poder ampliar la experiencia y usar también la energía solar para el consumo en cada uno de los hogares, y verter a la red los excedentes que se puedan producir para obtener beneficios.
“Es un proyeto también muy interesante, aunque más complicado de gestionar porque son 497 viviendas, y cada una tiene la comercializadora de energía que cree conveniente. No obstante, en cuanto terminemos de pagar la primera fase, investigaremos las oportunidades de la segunda”, dice Fernando Monroy.
José Luis Palacios. Gerente de Sasolar
“Todo esta preparado para una segunda fase y aprovechar la energía en las viviendas”
“En caso de que los vecinos se animen ya tienen un camino recorrido”, señala José Luis Palacios, gerente de la empresa Sasolar. “Los inversores que hemos instalados ya están preparados para esa segunda fase. Habría que ampliar el número de placas, claro está, pero ese trabajo ya se ha hecho”.
La empresa ha ejecutado en Ciudad Jardín el mayor proyecto de estas características. “Lo habitual son viviendas particulares, naves o algunos bloques, pero no una barrio entero”, reconoce Palacios. Sin embargo sí dice haber detectado que cada vez se interesan más vecinos concienciados por formar parte del necesario cambio del modelo energético y por las ventajas económicas. “Hablamos de un 65% de ahorro en la factura de la luz. Siempre atacamos a la parte de energía consumida, nunca a gastos ni a impuestos”, dice.
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