La Esperanza se unió al Amor en un Sábado de Pasión para la historia en el Río San Pedro

Puerto Real/El Sábado de Pasión siempre es un día especial en la barriada Río San Pedro de Puerto Real. El foco de atención siempre está puesto en los alrededores de la parroquia de San Pedro Apóstol, desde donde sale a la calle la ‘Agrupación Parroquial del Santísimo Cristo del Amor y Nuestra Señora de la Esperanza’. Pero este año era aún más especial si cabe, porque los hermanos veían cumplido el sueño que llevaban persiguiendo desde hace ya mucho tiempo: la Virgen de la Esperanza acompañó por primera vez al Cristo del Amor a lo largo de todo el desfile, en el mismo paso.

Aunque no era la primera vez que la imagen salía a la calle, ya que hace ahora nueve años salió tras el paso del Cristo portada en parihuela por un grupo de mujeres, nunca lo había hecho con el esplendor de este sábado, en el mismo paso.

Por eso, cuando a las seis de la tarde se abrían las puerta de San Pedro, las miradas se dividían entre ambos titulares de una Agrupación que cada año va creciendo, creando un cortejo procesional más amplio y avanzando para perfeccionar su presencia en la calle en el Vía Crucis procesional que realizan desde que en 2007 llegó al barrio la imponente talla del Cristo del Amor, creada por el escultor sevillano Fernando Aguado Hernández.

“Ahora sí que nuestra Señora tiene su sitio”, decía uno de los hermanos más veteranos, que no podía contener la emoción al ver la estampa que pasará a las historia de los cofrades del Río. Para dar forma a esta nueva escena, los hermanos han tenido que rediseñar el paso, con una importante reforma del canasto, aunque manteniendo el monte calvario que lo caracteriza.

Al margen de esa novedad, el desfile se produjo de forma similar a la de siempre. Apenas una pequeña alteración del recorrido respecto al del pasado año, haciendo que el paso regresase al margen del Río, una imagen que los hermanos no quieren perder. Era también, por primera vez, el encuentro de la Virgen con el Río que da sentido al propio barrio. “Así. Mecedla así. Qué le de la brisa marinera a la Virgen de la Esperanza”, espetaba exaltado un vecino del barrio, arrancando el aplauso del público.

El andar casi romántico, que ya es un sello propio de esta Agrupación, se fue mezclando con el rezo de las catorce estaciones del Vía Crucis que presidió el párroco de San Pedro y presidente de la Agrupación, el padre Francisco Granados, y comentaron los miembros de la comunidad parroquial.

Rezos intercalados con los sones de la Agrupación Musical ‘Virgen del Buensuceso’ de Los Corrales (Sevilla), que por primera vez acompañaba a los hermanos, cuyos pasos dirigía como capataz, Juan José muñoz Fernández.

Algo más de cien personas, muchos de ellos niños y niñas, formaban el cortejo que salió este sábado una hora antes de lo habitual, “para evitar que el señor esté en la calle el Domingo de Ramos, y esté de vuelta en el templo antes de las doce”.