Indignación entre las limpiadoras del Clínico: "Hasta 60 personas en un mismo vestuario"
PUERTO REAL
El colectivo de trabajadoras pide mayores medidas de seguridad y que se les proporcione el material necesario para ejercer su trabajo con mayores garantías
Puerto Real/Mantener la distancia de seguridad. Esa es la primera premisa que se ha marcado para minimizar los contagios en esta situación de pandemia. De ahí que no podamos ir dos personas en el mismo a coche, hacer la compra junto a alguien o esperar a las puertas de un supermercado guardando una estricta cola.
Sin embargo, se dan circunstancias en las que es muy complicado hacerlo. Lo saben bien las trabajadoras, principalmente mujeres, del servicio de limpieza del Hospital Clínico Universitario de Puerto Real. Cada día, alrededor de las tres de la tarde, hasta 60 personas se pueden congregar en el vestuario en el que se cambian las 30 limpiadoras que cubren el turno de mañana, y las otras 30 que lo hacen en el de la tarde. Lamentan que los protocolos sólo funcionen a la hora de recoger material o cuando se firma a la entrada y salida del turno. Entonces sí acuden de tres en tres, tal y como ha establecido la empresa, manteniendo la distancia. Pero después, toda la plantilla al mismo vestuario.
Las trabajadoras han propuesto que el turno de la mañana adelante su entrada al vestuario unos 15 minutos para que, de cinco en cinco, puedan cambiarse y minimizar el riesgo de contagio. Poder hacerlo antes de que lleguen las trabajadoras del turno de tarde. “Lo que queremos, ni más ni menos, es que nos permitan cumplir con nuestra obligación de guardar distancias”, dicen las trabajadoras. “No queremos salir antes del trabajo porque seguimos cumpliendo con nuestros horarios y obligaciones”.
Por el momento la empresa no está por la labor, según la plantilla. Dicen las empleadas de la limpieza que la concesionaria “teme que durante quince minutos el Hospital se quede sin servicio, pero ya hemos advertido que somos todas muy responsables y que ni ahora ni nunca hemos dejado nuestro trabajo sin hacer, y menos en caso de urgencia”.También exponen que en estos días los servicios de transporte que usan muchas de las trabajadoras para acceder al Clínico están muy ajustados y que, en la mayoría de casos, imposibilita llegar antes al trabajo o crea muchos tiempos de espera en la parada de autobús si se retrasan los horarios de salida.
El colectivo de la limpieza es otro de los que se encuentran en primera línea de batalla. Son responsables del mantenimiento de todos los espacios del hospital, incluidos los que están ocupados por los pacientes infectados por el COVID-19. También se encargan de los “arrastres”. Así llaman a la limpieza exhaustiva de los espacios que han estado ocupados por personas contagiadas cuando estos las abandonan. Por eso demandan también mayores medidas de seguridad y más facilidad para poder acceder a los equipos de protección que “ahora tenemos que mendigar”, aseguran.
Sienten que están desprotegidas y temen contribuir al aumento de la epidemia porque “luego llegamos a nuestras casas, donde convivimos con nuestras familias, y no sabemos lo que podemos llevar”. Por eso esperan “más comprensión” por parte de la empresa concesionaria o que la dirección gerencia intervenga para mejorar las condiciones de todo el personal del hospital, en el que también están incluidas.
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