Minerva resurge tras la pandemia

Puerto Real/A principios del mes de junio del pasado año, la Asociación de Labores Minerva cerraba sus puertas. A toda prisa, sin apenas tiempo para asimilarlo, las socias metían más de 25 años de historia en un camión de mudanzas, con destino a un espacio que el Ayuntamiento de la ciudad les cedió temporalmente como trastero.

Se vieron obligadas a cerrar las puertas de la sede a la que llegaron en 2011 porque no podían hacer frente a los pagos del alquiler. La declaración del Estado de Alarma obligó al cierre de la entidad y en ese momento cayeron los más de treinta talleres que ofrecían para unas 130 mujeres de la ciudad.

Cuando se marcharon, tenían claro que sería un punto y seguido y que volverían a la actividad social y cultural en cuanto fuese posible. Ese momento ha llegado. Un grupo de socias de la entidad está dispuesta a reflotar Minerva y ya han comenzado los trabajos en la nueva sede que están acondicionando. Ahora se sitúan en la calle De la Palma 90, en las antiguas instalaciones de la Asociación de Pensionistas y Jubilados. Un local “más económico” que el que habitaban en la calle Nueva, que cumple a la perfección las necesidades del colectivo de mujeres: un espacio amplio, céntrico y en planta baja.

“Desde que cerramos la sede se nos ha hecho muy pesado porque estar tanto tiempo en casa tampoco es bueno. Hay que salir, compartir un rato con las amigas y formar parte de los talleres que, para muchas mujeres, son una desconexión y una vía de escape para la soledad que algunas tienen”, dice Lourdes Delgado, tesorera de la asociación.

María José Amaya, sigue siendo la Vicepresidenta de la Asociación, y coincide en la necesidad que muchas mujeres, especialmente mayores, tienen de contar con espacios como los que ofrece Minerva. “Es una forma de relacionarse, de tener un contacto social”, dice.

Quienes afrontan el liderazgo de retomar la asociación, lo hacen, además de por voluntad propia, empujadas por las decenas de mujeres que en el último año se han interesado en saber cuándo volverían a los talleres y a las muchas actividades que siempre han ofrecido. “Nos han llamado muchas veces pero hasta que las restricciones no lo han permitido no hemos podido empezar”, explica María José Amaya.

Ahora el trabajo se centra en acondicionar la nueva sede y buscar espacios para el material que han ido acumulando en todos estos años. “Esperamos tenerlo listo en unos días para empezar cuanto antes las actividades. Yo creo que, aunque sea pequeñita, Minerva es una bandera de Puerto Real”, manifiesta Manuela García, secretaria de la Asociación. “A partir de ahí, esperamos volver a contar con todas las socias que teníamos y las nuevas que quieran unirse”, apunta. La previsión de Minerva es que este viernes por la tarde se pueda inaugurar el nuevo local

Desde la Asociación han agradecido el compromiso del Ayuntamiento de Puerto Real, y en especial del concejal Alfredo Fernández, que ha facilitado el espacio para guardar el material durante todos estos meses, y también el camión para el transporte.