El comité de Navantia insiste en la necesaria apuesta por los gaseros para Puerto Real

INDUSTRIA NAVAL

Los trabajadores trasladan a la empresa que el transporte de gas licuado en barco se configura como un proyecto de alta rentabilidad y que Europa señala al gas como un producto verde

Herrador: "Los buques civiles no son ahora un mercado accesible para Navantia"

Navantia Seanergies arrancará 2023 con una expectativa de contrataciones de 500 millones

Protesta del comité de empresa de Puerto Real
Protesta del comité de empresa de Puerto Real / C.P.

Puerto Real/Los asistentes a la Jornada celebrada este jueves en el astillero de Puerto Real para presentar los objetivos de Navantia Seanergies y la oportunidad de negocio que las energías verdes suponen para el desarrollo de la Bahía, se han topado con una protesta de los representantes del Comité de Empresa de Navantia Puerto Real, que reclamaba la construcción de buques civiles, especialmente de gaseros.

El presidente del comité, Juan Escamilla, utilizó un megáfono para lanzar un comunicado al que prestó mucha atención el director de Navantia Seanergies, Javier Herrador. Para empezar, recordó algo obvio: “Esto es un astilleros que se dedica a hacer barcos, y esa debe ser su línea productiva tanto en el ámbito civil como en el militar”.

Herrador escucha las demandas de la plantilla durante la protesta
Herrador escucha las demandas de la plantilla durante la protesta / C.P

Los trabajadores afirmaron que hay “oportunidades de trabajo” en la actualidad. “No solo porque la guerra en Ucrania ha supuesto un replanteamiento energético, sino porque hay un también un planteamiento de renovación de los buques a nivel mundial, y eso hace suponer un repunte de la construcción naval”.

Sin embargo, el presidente del Comité de Puerto Real lamentó que la empresa no mantenga una apuesta decidida para que eso se traduzca en contratos de buques y que “las oportunidades sigan pasando de largo”.

Se refirió Juan Escamilla a la actual situación del astillero puertorrealeño, “sin actividad alguna”, mientras que ven como “cada vez mas compañeros, muchos de ellos gente muy joven, se tienen que ir a trabajar a otras tierras derivando todo en un empobrecimientos del que no sabemos cómo nos vamos a recuperar”.

Matizó el comité que con la protesta que protagonizaban no quería mostrar su rechazo a las energías verdes, aunque sí consideran que esta línea debe ser complementaria a la construcción naval. “No podemos dejar que una línea estrategia o una posible especulación, hipoteque el futuro del astillero. En las energías verdes no vemos contratos materializados”, apuntó.

Además, ante el inicio de una jornada dedicada principalmente a los empresarios de la zona, que allí se daban cita, incidió en que las empresas de los alrededores están diseñadas para la construcción naval y “no sabemos el coste que puede tener modificar sus líneas productivas”.

Insistió Escamilla en la rentabilidad de los buques gaseros. “La coyuntura actual supone un cambio en las líneas logísticas de la energía. En ese sentido, el transporte de gas licuado en barco se configura como un proyecto de alta rentabilidad porque son muchas las empresas que andan detrás”. Además, recordó que el demás, el gas es un combustible sostenible, declarado así por Europa, por lo que “también es una apuesta por un producto verde”.

Por todo ello, el comité lamentó que después de que se haya constatado que el buque gasero es un “producto rentable”, la empresa aún no haya explicado con datos sobre la mesa por qué no ve esa rentabilidad.

Por último, también recordó que la construcción del BAM-IS esta “pospuesta para principios de 2024, por lo que “todo se traduce en un 2023 baldío para la construcción y un porvenir bastante negro, especialmente para la industria auxiliar.

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