Casi 400.000 euros de los fondos Next Generation para mejorar las plantas fotovoltaicas

Puerto Real/El proyecto de investigación y desarrollo iPREDICE (Investigación de una Plataforma Inteligente de Mantenimiento Predictivo de Infraestructuras), englobado dentro de la estrategia de territorio Puerto Real +Ciudad, es beneficiario de una ayuda a agrupaciones empresariales innovadoras a cargo de los fondos Next Generation.

Esta iniciativa, enmarcada en la línea 4, Innovación enfocada a la gestión energética, busca el desarrollo de un algoritmo inteligente que permita predecir posibles fallos en cualquier planta fotovoltaica, como las desplegadas por la empresa municipal Grupo Energético de Puerto Real (GEN), con la idea de adelantarse a los mismos a través de un mantenimiento preventivo y garantizar que siempre estén produciendo energía, al evitar los tiempos de parada.

En concreto, la financiación que llegará a través del Ministerio de Comercio y Turismo (Mincotur), permitirá atender un proyecto que cuenta con un presupuesto de 398.622,55 euros y un plazo de ejecución de 10 meses. A pesar de recibirse ahora la respuesta positiva del ministerio, ya se venía avanzando en el mismo desde finales de 2021, con lo que se espera poder finalizar el proyecto en agosto del presente ejercicio.

Para este proyecto se cuenta además con la participación del grupo de investigación Mathematics for Computational Intelligence Systems (M·CIS) de la Universidad de Cádiz, las empresas Wattabit y Alisea, así como, la coordinación del Smart City Cluster.

En el marco social y económico actual, se hace fundamental dotar de inteligencia las tecnologías emergentes como son las energías renovables, “ya que éstas se deben consolidar como una alternativa competitiva a los sistemas de generación energética tradicionales”, se defiende desde el Plan Puerto Real +Ciudad.

En este sentido, “dicha inteligencia no sólo debe asociarse a los procesos de gestión y monitorización de su comportamiento, sino también a sistemas que permitan anticiparse a pérdidas que condicionan el rendimiento de las mismas, y con ello, dotar a los sistemas de generación de energías renovables de la robustez y confianza necesaria para garantizar su rendimiento, con el fin de impulsar el despliegue de las mismas como alternativa a la generación energética tradicional”.