Noche grande para el 'Regidor Sempiterno de la Villa'

Puerto Real/Las emociones y momentos que quedarán guardados en la historia cofrade de la Villa han sido este sábado innumerables. El Nazareno, el ‘Señor de la Villa’, es ya Regidor Perpetuo de Puerto Real. Aunque su nombramiento fue aprobado en pleno el pasado Miércoles de Ceniza, el acto oficial, el día grande, se ha vivido este 8 de octubre en la Iglesia Prioral de San Sebastián.

Hasta allí, saliendo desde la Casa Consistorial y portando el pendón de la ciudad, se dirigió una comitiva del equipo de Gobierno local encabezaba por la alcaldesa, quien también portaba el bastón de mando de la ciudad. En el principal templo de la Villa tenía lugar una eucaristía oficiada por el Obispo de Cádiz y Ceuta, Monseñor Rafael Zornoza Boy, junto a toda la comunidad eclesiástica de la ciudad y representantes de todas las hermandades y cofradías de Puerto Real, así como se asociaciones parroquiales y del Consejo Local. El altar estaba presidido por la imagen del Nazareno, entronizado en el fabuloso paso que talló Diego Salvador Flores, y que no ocupaba el altar desde que fue bendecido en el año 2000.

"Lo que hoy celebramos ha sido un camino largo", dijo nada mas comenzar la misa el Hermano Mayor de la Cofradía, Carlos Canca, antes de que entrase el la parroquia el Obispo de Cádiz acompañado del delegado episcopal de Hermandades, Juan Enrique Sánchez; el Arcipreste de la Villa, Juan Antonio Martín Barrera; el párroco de la Prioral, Jesús José García; y algunos de los sacerdotes que en los últimos años han estado al frente de la dirección espiritual de la Hermandad, como el José Carlos Mellado y Marco Antonio Huelga.

Con una felicitación por "este día tan importante que con tanto amor habéis preparado" comenzó el Obispo su homilía, recordando también las miles de firmas que la Hermandad logró reunir para que el Ayuntamiento otorgase este reconocimiento. "Este momento marca la trayectoria de la ciudad y es un momento de acción de gracias. Esta declaración nos obliga a nosotros más que a él", dijo el Obispo. "Como sabéis, el Señor no necesita un título humano porque es Dios y lo es todo", añadió Zornoza.

Alrededor de las ocho de la tarde, llegaba el esperado momento. El concejal Pedro Olmedo se dirigió al atril situado en el altar para dar lectura a la propuesta del pleno de la corporación en la que se aprobaba el nombramiento. Tras ello, la alcaldesa, Elena Amaya, y el Hermano Mayor del Nazareno, Carlos Canca se dirigieron al altar para que la alcaldesa colocase el bastón de mando de la Villa a los pies del Cristo, sobre un cojín rojo.

Se cumplía así el deseo de una Hermandad que llevaba ya décadas persiguiendo ese momento, por lo que las emociones brotaron en una parroquia totalmente repleta. Incluso fue necesario habilitar sillas en el exterior del templo, en el atrio de la parroquia, donde se pudo seguir la celebración a través de una pantalla. Tras una foto de familia, los hermanos empezaron a preparar la salida procesional extraordinaria que ponía fin a los actos que los hermanos llevan meses celebrando para conmemorar este hecho.

Poco después de las nueve de la noche, la puerta del atrio de la Prioral se abría de forma extraordinaria para la salida procesional de la imagen. Lo hacía por primera vez con el bastón de mando, que procesionó portado por la imagen de un ángel situado a los pies del Señor, que a partir de ahora acompañará a la imagen cada Jueves Santo. El ángel ha sido adquirido por la Hermandad en un anticuario y restaurado por Javier Sánchez Rubio.

Los sones de la Agrupación Musical María Santísima de la Cabeza Exfiliana, que una acompañó a la hermandad durante la pasada Semana Santa, anunciaban la salida del Nazareno que no protagonizaba una procesión extraordinaria desde septiembre de 2008 cuando lo hizo coincidiendo con el 350 aniversario de la Hermandad.

Todas las miradas se dirigían a la imagen de un Cristo que salió de las manos del imaginero Ramón Chaveli Carreres en 1941, que presentaba importantes estrenos para este magno acontecimiento. Destacaban las potencias donadas por los costaleros y un grupo de hermanos, creadas por el orfebre isleño, Miguel Ángel Cuadro, cinceladas a mano y las únicas caladas del ajuar del Cristo.

Un detalle que destacaba era el de las muchas insignias que el Nazareno llevaba en la túnica de cola, la más antigua que posee, y que habían sido donadas por la práctica totalidad de las hermandades de la Villa, así como los gemelos que regaló la Hermandad de la Soledad.

Tras abandonar la Prioral, el amplio cortejo dejó la calle Ancha para enfilar la calle Real, donde se produjo otro momento para el recuerdo. La procesión, a su paso por el Centro Cultural de la antigua Iglesia de San José, realizó una parada especial en la que el secretario de la Asociación Parroquial Virgen de Lourdes, Patrona de Puerto Real, dio lectura a un texto que recordaba la llegada del Nazareno a la iglesia hoy desacralizada.

Tras continuar por calle Real el desfile siguió por Soledad, que se inundó del olor de las rosas malvas y orquídeas que formaban el monte sobre el que se había entronizado la imagen, mezclados con el olor de las hojas de pino que también se habían introducido en el exorno floral, en un guiño puertorrealeño.

La comitiva llegó a la Plaza de Jesús donde de celebró un acto institucional. Ante la Casa Consistorial se instaló una tribuna y la alcaldesa, Elena Amaya, hizo entrega del reconocimiento como Regidor Perpetuo en forma de diploma. Tras ese acto, en el que la primera edil leía emocionada el acuerdo plenario del nombramiento y el Hermano Mayor de la cofradía, Carlos Canca, lo agradecía, la procesión siguió adelante por la calle De la Plaza. En ese punto se vivió otro momento para recordar, cuando la Agrupación Musical entonó la marcha procesional Sempiterno, que se estrenaba en ese momento. Una composición para recordar el nombramiento, creada por Alejandro Blanco.

Con esos sones, los costaleros que volvía a dirigir Domingo Vías como capataz se dirigían por la principal vía de la ciudad, Domingo Víasengalanada para la ocasión para vivir otro importante momento en la Iglesia Conventual de la Victoria, cuyos alrededores se habían adornado con alfombras de sal y un altar presidido por la Virgen de la Soledad. Una noche perfecta para los hermanos, que cumplieron un sueño tras más de 25 años persiguiéndolo.