La Unidad de Microbiología del Hospital de Puerto Real: El ‘ojo clínico’ del Clínico
SANIDAD
La Unidad de Microbiología Clínica del Hospital Universitario de Puerto Real funciona las 24 horas y es un apoyo esencial para un diagnóstico correcto
Tres unidades de los hospitales de Puerto Real y Puerta del Mar reciben la certificación de calidad
Puerto Real/Probablemente se una de las unidades médicas menos conocidas del Hospital Universitario de Puerto Real. Es uno de esos servicios tan desconocidos como esenciales, por los que nunca pasamos como pacientes, pero al que llega una parte de nosotros a través de microorganismos que, de alguna manera, nos afectan ocasionando enfermedades.
La Unidad de Microbiología Clínica del Hospital de la Villa, que es fundamental para el resto de unidades clínicas del Hospital, tiene como principal objetivo apoyar asistencial y técnicamente a los servicios clínicos en su labor de atención al paciente con patologías infecciosas, en aspectos dirigidos a la orientación diagnóstica, terapéutica, epidemiológica y a la prevención.
“La Unidad se ocupa de apoyar a los clínicos que atienden a pacientes con enfermedades infecciosas, bien para diagnosticar esas enfermedades o para descartarlas. Las dos cosas son igual de importantes para que se puede atender con más seguridad y resolver el problema del paciente lo antes posible”, explica la Doctora, Carmen Martínez Rubio, jefa de esta Unidad.
El empeño de sus profesionales por lograr los mejores resultados, le ha valido recientemente la certificación de calidad por parte de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA), entidad de la Consejería de Salud y Consumo encargada de impulsar la calidad y la mejora continua en el sistema sanitario.
No es la primera vez que este servicio obtiene esta certificación, ya que desde hace doce años vienen reacreditándose en la certificación de calidad avanzada, que ahora dejan atrás dando un paso más y logrando el segundo nivel de certificación de los tres que contempla la ACSA ('Avanzado', 'Óptimo' y 'Excelente'). Este nivel, el óptimo, está asociado al mayor desarrollo de la organización, a los sistemas de información, a las nuevas tecnologías y al rediseño de espacios organizativos.
La unidad ha destacado en su evaluación por la accesibilidad y la comunicación con otros servicios del hospital, así como por la mejora en la optimización de los tiempos de respuesta y sus iniciativas en seguridad del paciente. Asimismo, el equipo evaluador ha puesto en valor el sistema de control del mantenimiento preventivo y correctivo de los equipos, que permite al responsable de la unidad conocer el estado de cada equipo desde un dispositivo móvil.
“Lo más básico de nuestro trabajo es la comunicación. Nosotros podemos trabajar con mucha calidad y dar resultados perfectamente contrastables, pero si llegan tarde al profesional clínico (y por tanto al paciente) no está sirviendo para lo que debe”, explica la microbióloga.
Por eso, que funcione las 24 horas del día es muy importante. “Un paciente con una infección, sobre todo si es grave, no elige la hora a la que nos llega y es crucial que nosotros demos un diagnóstico etiológico que ayude a poner un tratamiento dirigido a cualquier hora del día y de la noche”.
Esto es fundamental en enfermedades graves como las bacteriemias o las sepsis, que tienen una afectación muy importante para el paciente. De este modo, la ayuda que la Unidad de Microbiología puede dar al profesional médico que atiende al paciente hace que disminuya la gravedad e incluso la mortalidad en los casos más graves.
Al trabajo de sus profesionales se une la tecnología “muy puntera” con la que trabajan, que hace que en cuestión de un par de horas puedan tener un diagnóstico etiológico de múltiples enfermedades graves, desde la neumonía a la meningitis. “Estamos muy orgullosos de la tecnología de la que disponemos y, sobre todo, de los profesionales que las usan”. Y en este sentido, los miembros de esta Unidad están muy orgullosos del apoyo que reciben tanto de la dirección gerencia como de la como la dirección médica y la dirección de enfermería.
La pandemia, pese a todo, mejoró el servicio
Solo hay que hablar con cualquier sanitario de este país, y del resto del mundo, para saber que la llegada de la Covid-19 cambió todo, prácticamente de la noche a la mañana, pero en el servicio de Microbiología fue especialmente notorio.
“De pronto necesitábamos tecnología nueva que hubo que poner en marcha de un día para otro, y más profesionales para atender la alta demanda. A mí, pese a todo, me alegra decir que hemos necesitado recursos y lo hemos obtenido. Siempre que hemos pedido lo que necesitábamos, la dirección ha hecho todo lo posible porque lo obtuviésemos”, afirma Carmen.
Tanto ella como Carlos Pérez, coordinador de la Unidad, aseguran que no tuvieron problemas de recurso durante la pandemia, lo que es todo un hito teniendo en cuenta los momentos que se vivieron.
Pero personal y maquinaria aparte, el mayor logro del servicio fue que comenzase a funcionar las 24 horas al día, algo que se mantiene en la actualidad. Fue aproximadamente en el mes de junio de 2020, cuando se amplió la presencia de estos profesionales en el hospital. Hasta entonces solo funcionaban hasta las ocho de la tarde.
“Se agilizó mucho el diagnóstico, lo que benefició y sigue beneficiando mucho al paciente. Estar 24 horas ha supuesto un avance y un esfuerzo para nuestros profesionales”, dice Carlos Pérez. Recuerda el coordinador que la pandemia supuso momentos muy duros, en los que se enfrentaban a mas de mil pruebas PCR al día. “Contamos con refuerzo de personal. Gente nueva que no conocía el funcionamiento de nuestra tecnología y que tenían que extralimitarse en sus horarios para formarse y adaptarse a los puestos. Yo, personalmente, estoy muy orgullosos de los que están y de los que estuvieron”.
Es en ese grupo, en el de “los que estuvieron”, en el que en apenas un mes tendrán que incluir a la actual jeda del servicio. La doctora Carmen Martínez se jubila este verano, por lo que el orgullo de haber llevado a su Unidad hasta un nuevo nivel de certificación de calidad es uno de los últimos logros que suma a su extensa trayectoria como profesional.
El compromiso de Carmen con la Unidad que dirige no ha bajada un ápice en sus últimos días como profesional. Lo confirma Carlos Pérez, quien dice tener “mucho que agradecer a Carmen porque finaliza su etapa laboral sin pisar el freno y cumpliendo objetivos en los que muchas veces ni nosotros creíamos”.
Pero el ímpetu de Carmen también supone una responsabilidad para los compañeros que se quedan, que no tienen más encargo que mantener el nivel de calidad. “Tenemos una buena maestra y estoy seguro de que lo vamos a conseguir”, dice Carlos Pérez comprometido.
Carmen espera ver como el servicio sigue creciendo desde casa, disfrutando del tiempo libre que le da un poco de vértigo, aunque está convencida de que este será un cambio más de los muchos que ha experimentado en toda su carrera, en la que ha trabajado en multitud de hospitales de distintas zonas de España.
Ahora el único plan que tiene es cambiar el microscopio por el piano y aprender música. De momento, sin más pretensión que la de disfrutar de sus sonidos, sin objetivos ni certificaciones.
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