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Acogimiento familiar: Las familias del corazón

ACOGIMIENTO FAMILIAR

Casi 400 menores en situación de desprotección son actualmente susceptibles iniciar un acogimiento familiar, temporal o permanente, en la provincia de Cádiz

A finales del pasado año, 568 menores ya formaban parte de un acogimiento en familia extensa o ajena

Dibujo realizado por una pequeña de 7 años, en el concurso ‘Mi familia a todo color’, del Servicio de Acogimiento Familiar de ACCAM

Puerto Real/A finales del pasado año, en la provincia de Cádiz, casi 400 menores residían en algún centro de protección susceptibles de ser acogidos por una familia, como ya lo están otros 568 menores. De ellos, 390 de ellos son acogidos por algún miembro de su propia familia, lo que se conoce como familia extensa, y 178 son acogidos por familias ajenas con las que no tenían ningún tipo de relación. Los acogimientos se pueden dar en la modalidad de urgencia, temporal o permanente.

La familia de Mari Carmen García, los Delgado García, es una de ellas. Hace justo dos años, Ani llegó a sus vidas para mejorarlas. Y aunque en un principio lo hizo como un acogimiento urgente y temporal, ya se ha convertido en permanente. “Ha cambiado nuestra vida para mejor”, dice Mari Carmen, convencida de que la decisión que tomó junto a su familia fue la mejor.

Mari Carmen García con su hija Ani / C.P.

Aunque nunca tuvo claro cómo hacerlo, siempre había tenido ese interés por el acogimiento. “Cuando mi hijo mayor era aún pequeño pasábamos muchos domingos con mis padrinos en Chiclana y visitábamos el Hogar Nazaret, donde ellos colaboraban. Eso despertó en mi la idea de ayudar a los menores que lo necesitaban”, recuerda Mari Carmen. Años más tarde, en el colegio donde estudiaba su hijo (La Salle Buen Consejo), conocieron el Programa de Acogimiento Familiar de menores de ACCAM, la Asociación Andaluza de Centros Católicos de Ayuda al Menor, que ahora tiene sede en Puerto Real.

“El proyecto me pareció maravilloso y lo hablé con mi familia, pero en ese momento no tenía tiempo para poder cuidar de otro niño, ya que además de mi familia con tres hijos, gestionaba un negocio que atendía mañana y tarde, y era muy complicado”.

Y casi sin darse cuenta, en la familia se iba creando una base que con el tiempo iba a dar sus frutos. Esa inquietud se transmitió a sus hijos y, uno de ellos, Alejandro, estudió y acabó trabajando como educador social en un centro de menores. “Incluso algunos de esos pequeños venían a pasar la tarde a casa”, recuerda Mari Carmen. “Un día llegó a casa mi hijo y, seriamente, me dijo: ¿Mamá, por qué no acogemos? Y todo se puso en marcha”. Mari Carmen habló con su marido, Eduardo, y con el resto de miembros de su familia, sus hijos Maite y Eduardo. “Esto tenía que ser un proyecto de familia, y todos estuvimos de acuerdo”.

Contactaron con ACCAM y se unieron al proyecto Acógeles. Completaron la documentación, participaron en entrevistas y recibieron cursos de formación. “En pleno confinamiento nos llamaron para decirnos que había una pequeña de once años que necesitaba una familia. En ese momento me puse muy nerviosa, pero lo único que quería saber era cuándo llegaría, para prepararlo todo”, recuerda.

Fue el 20 de mayo de 2020 cuando Ani, que entonces tenía once años, llegó por primera vez a la casa de la familia en Puerto Real. “Llegó nuestro tesoro, la alegría de la casa y un regalo para todos. Es muy bonito ver cómo mis hijos se implican en cuidarla, lo protector que es mi hijo Esteban es con ella, los mimos que le da mi marido a su niña pequeña, y cómo se me eriza la piel cada vez que la abrazo o me dice un te quiero. Es una hija más para nosotros y para toda la familia”, relata Mari Carmen con mucha emoción. “Solo puedo recomendar la experiencia porque el día a día es maravilloso y lo que te da es mucho”

En todo este proceso siguen estando acompañados de la Asociación, que les ofrece asesoramiento, formación y el acompañamiento de los técnicos que cada familia tiene asignado y que velan porque todo funcione a la perfección. “Ella nos lo puso muy fácil a todos porque es muy cariñosa, y aunque yo tenía la idea de ayudar cuando inicié el proceso, cada vez tengo más claro que recibo más de lo que doy porque me de la vida. Todos los días llena la casa de alegría y es la que enciende la chispa”.

Además, la familia de Mari Carmen hace lo posible para que Ani tenga contacto con sus hermanos biológicos, que también están en otras familias de acogida. “Intentamos ponernos de acuerdo y quedar cuando podemos para que ellos no pierdan el contacto. También están todos muy contentos cuando se reúnen”.

El acogimiento que la familia Delgado García realiza es el llamado “ajeno”, familias que no tenían ninguna relación con el menor. Sin embargo, uno de los recursos más importantes en el ámbito de protección a la infancia es el acogimiento en familia extensa, en el que los menores son acogidos por otros miembros de la familia cuando sus padres biológicos, por distintas razones, no pueden hacerse cargo de ellos.

Es la fórmula que se usó con la familia Moraleda Palacios, que reconoce que nunca habían pensado en convertirse en familia de acogida. Manuel Moraleda y Gloria Palacios tenían una pequeña de cuatro años, cuando su familia creció con la llegada de Aaron, su sobrino, que solo tenía nueve meses más.

Gloria Palaciós habla con su hijo, Aarón, en su domicilio familiar / C.P.

Por distintas circunstancias, sus padres biológicos, una hermana de Gloria, no pudieron hacerse cargo de él, por lo que se intentó buscar un acogimiento dentro de su propia familia. “La verdad es que yo apenas tenía roce con él, pero cuando me hablaron de que quedaba en desamparo, lo hablé con mi marido y decidimos que viviera con nosotros y con nuestra hija, que tenía prácticamente la misma edad”.

Recuerda Gloria que la llegada de Aarón fue totalmente natural. “Cuando fui a por él, recuerdo que lo monté en el coche y me dijo: Tú eres mi tata, ¿no? Le dije que sí, que íbamos a una nueva casa, que era muy grande, que iba a tener una hermanita y que seríamos una familia, y hasta el día de hoy”.

Aunque hace ya una década desde que se inició ese acogimiento, la familia sigue teniendo el acompañamiento de la Asociación ACCAM, y la familia está encantada. “Ahora, desde que la Asociación se hizo cargo, mucho mejor, porque tenemos un trato mucho más cercano que con los servicios centrales que antes trabajábamos”.

Ambas familias coinciden en lanzar el mismo mensaje: “A todas las familias que lo estén pensando les diría que no lo duden y que acojan a un menor. Es un proyecto de vida muy bonito y muchos niños y niñas nos necesitan para que les ofrezcamos nuestro hogar y cuidados. Además, tenemos la suerte de contar con ‘Acógeles’, que cuentan con un grupo de técnicos, psicólogos y demás profesionales que te orientarán, asesorarán y acompañan todo el tiempo que dure el acogimiento”.

Actualmente, el Servicio de Apoyo al Acogimiento Familiar de Menores del proyecto Acógeles de AACAM tiene en la provincia de Cádiz 143 familias extensa que tienen en acogimiento a algún familiar menor y 60 familias ajenas que tienen en acogimiento a menores que no han podido permanecer en su familia de origen ni en su familia extensa. Algunos de estos acogimientos, tanto en familia extensa como en familia ajena, son en modalidad de urgencia, temporal o permanente.

Son aproximadamente la mitad de las 400 familias acogedoras, 128 ajenas y 272 extensas, que existen en la provincia, ya que además de AACAM, también trabajan en este ámbito otras entidades como la Fundación Márgenes y Vínculos y la Asociación de familias solidarias con sede en Chiclana, que atienden y asesoran a las familias de acogida y que sirven de intermediación entre estas y la administración.

Se busca a quienes ofrezcan alternativas de futuro

La Asociación Andaluza de Centros Católicos de Ayuda al Menor (ACCAM)”, gestiona para la provincia de Cádiz el servicio de apoyo al acogimiento familiar, un servicio de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía. Acógeles es un programa para el acogimiento familiar de menores en situación de desprotección que pretende ayudar a que estos niños y niñas se desarrollen en un ambiente familiar como alternativa a su estancia en un centro de protección.

Desde los centros de menores, dirigidos por Congregaciones religiosas, asociaciones o entidades afines, intentan mejorar sus condiciones, siendo conscientes del enorme beneficio que el acogimiento familiar reporta a su desarrollo evolutivo. Su objetivo es buscar familias acogedoras que eduquen a niños y niñas en valores de solidaridad y respeto, ofreciéndoles seguridad, cariño y nuevas alternativas de futuro.

Este proyecto se dirige a familias que quieran ayudar a un niño o niña en situación de desamparo, para ofrecerles la atención que precisan compartiendo con ellos su hogar de forma temporal o indefinida (mediante acogimiento de urgencia, temporal o permanente). Las familias interesadas pueden encontrar más información en los teléfonos 956 921 107 y 900 804 236, o mediante el correo electrónico acogeles@accampa.org Actualmente, la sede de la entidad está en Puerto Real, en la calle Tomillo 37.

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