Cemabasa abrió la nueva capilla del cementerio de Puerto Real para la misa de los Fieles Difuntos

Puerto Real/El pasado sábado, 2 de noviembre, coincidiendo con la celebración de los Fieles Difuntos, el cementerio de Puerto Real se llenó de personas que fueron a recordar a sus seres queridos ya fallecidos. Un día de emociones y tradiciones que llenó el cementerio de San Roque de flores. Fue allí donde se celebró la misa de difuntos que ofició el párroco de San Benito Abad, el Padre Juan Antonio Marín Barrera. En la eucaristía participaron representantes de Cemabasa, así como de la comunidad eclesiástica de Puerto Real.

Por primera vez, la misa se celebró en la nueva capilla que se ha construido en el Camposanto de la Villa, dentro de las obras de ampliación y mejora que se han ejecutado con un presupuesto que alcanza el millón y medio de euros.

Esta “capilla” se usó de forma excepcional para el oficio de esta misa, que habitualmente se desarrolla en una carpa que se instala de forma provisional. Sin embargo, tras la eucaristía del sábado se volvía a cerrar porque aún tiene pendiente algunos flecos y mejoras en la infraestructura. De hecho, el mismo 2 de noviembre por la noche se volvió a usar la vieja capilla para la celebración de una misa de difuntos. Desde Cemabsa se confía en que muy pronto se terminen esos trabajos y la capilla esté ya en funcionamiento.

Esta nueva capilla se concibe como una sala multiconfesional, por lo que cuenta un sistema de cortinas que permite mostrar u ocultar los símbolos religiosos oportunos en cada ceremonia.

Además, hay que tener en cuenta que el vestíbulo de las salas conecta con el zaguán, de acceso a la capilla y a la sala de despedida, con un sistema de grandes puertas correderas que, una vez abiertas, permite aumentar el aforo de la capilla mediante la apertura al exterior, obteniendo un espacio versátil y multifuncional, adecuado a los requerimientos de cada celebración.