Las comidas de empresa agitan el viernes de Feria de Puerto Real

Puerto Real/Puerto Real tenía ganas de Feria y este viernes se demostró en el Recinto Ferial de Las Canteras. Aunque es cierto que la noche del jueves ya hubo un lleno absoluto, entonces el público se concentraba mayoritariamente en las llamadas ‘calles del infierno’ aprovechando los descuentos de las atracciones con motivo del ‘Día del Niño’.

Puerto Real tenía ganas de Feria y este viernes se demostró en el Recinto Ferial de Las Canteras. Aunque es cierto que la noche del jueves ya hubo un lleno absoluto, entonces el público se concentraba mayoritariamente en las llamadas ‘calles del infierno’ aprovechando los descuentos de las atracciones con motivo del ‘Día del Niño’.

Pero este viernes el ambiente era distinto. Primero porque la fiesta empezaba a vivirse de día y porque la actividad se concentraba en la calle Cojito Pavón, donde se sitúan la mayor parte de las casetas tradicionales. Como es ya tradicional, el viernes de Feria es el que los puertorrealeños reservan en su calendario para dedicarlo a las comidas de empresas.

Lleno absoluto en casetas como ‘Tal Como Somos’, un referente de la Feria de Puerto Real, ya que es la única caseta con sello local que conserva su propia cocina. En ella, muchos grupos de amigos compartían largas mesas a la hora del almuerzo. También se vivía un excelente ambiente en la Caseta del Pueblo-PSOE, en la de los andalucistas y en ‘Gloria Bendita’.

Otro punto de encuentro que congregó a numerosas personas fue la caseta de la Peña 5x5, donde socios, amigos y público en general, disfruto de una jornada de convivencia, brindis y bales por sevillanas muy ambientados.

Pero si la feria tuvo este viernes un protagonista ese fue el calor. Las altas temperaturas marcaron el ritmo de una jornada de comidas y bailes, que nada tuvo que ver con el viernes de feria del pasado año, en el que incluso un chaparrón repentino sorprendía a los visitantes del Real.

Pero no todo fueron comidas de empresa, en el Real se dieron cita amigos que se reencontraban, familias, y compañeros de baile, talleres, cursos de formación y actividades deportivas. La jornada fue larga, porque la comida se unió a los bailes de la sobremesa, en estas casetas y en las llamadas “de la movida”, en el inicio del Pase de Canalejas”, que también se llenaron por completo.