Excelente concierto de marchas de la Sociedad Filarmónica de San Fernando en la Iglesia de la Victoria de Puerto Real
Hasta cuatro músicos tomaron la batuta durante el concierto para dirigir al grupo de músicos isleños
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Puerto Real/La Iglesia Conventual de la Victoria de Puerto Real acogió el mediodía del domingo el concierto de marchas procesionales de la Sociedad Filarmónica de San Fernando. Una cita que, por segundo año consecutivo, viene a celebrar los vínculos que unen a esta Sociedad con la Hermandad de la Soledad de Puerto Real.
Un vínculo nacido en el año 2021, tras la firma del contrato para el acompañamiento del paso de misterio del Cristo Yacente y ahora transformado en una relación de amistad. Fue el mayordomo de la corporación cofrade, Antonio Boy Gaviño, quien presentó el concierto, haciendo una semblanza de la historia de la banda.
Bajo la dirección de Francisco Hernández Foncubierta, la Sociedad Filarmónica de la Isla ofreció un magnífico concierto, ante un público que llenaba la iglesia conventual. Sonaron marchas como ‘La Esperanza de Triana’ (Manuel López Farfan), ‘Virgen del Valle’ (Vicente Gómez), ‘Pasa la Virgen Macarena’ (Pedro Gómez Laserna), ‘Siempre la ‘Esperanza’ (Espinosa de los Monteros Pérez), ‘Hossana in excelsis’ (Óscar Navarro) y ‘Coronación’ (M. Marvizón/J. J. Puntas), entre otras.
Pero la banda no estuvo siempre bajo la dirección de Hernández Foncubierta, ya que hasta cuatro músicos tomaron la batuta durante el concierto. El primer camio se produjo con la marcha ‘Te espero en el cielo’, de Juan José De Ramón Biedma, ya que este se encontraba entre los músicos y el director de la sociedad aprovechó la ocasión para cederle la batuta. Del mismo modo, también se cedió la dirección del grupo a Francisco José Salas, autor de la marcha ‘Cristo de la Salud’, que también se interpretó.
Pero sin duda, uno de los momentos más destacados fue cuando el director de la Banda cedió la batuta a su padre, Francisco Hernández Lora, autor de la marcha ‘María Santísima de la Piedad’, para este ocupar un sitio entre los músicos, junto a su hijo. Un momento con tres generaciones de música.
Para cerrar, ya fuera de programa y como homenaje a la Hermandad de la Soledad, se interpretó la marcha ‘La Roldana’, de Chico Pulido. Una composición que sonó ante la imagen que Luisa Roldán ‘La Roldana’, talló en 1.688, la Virgen de la Soledad.
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