Y las flores sustituyeron a los cubos: así se ha vivido el 'Reencuentro con Las Canteras'
El parque de Las Canteras vuelve a recibir la visita de los vecinos de Puerto Real
Catorce meses después del incendio, una jornada llena de emociones ha devuelto la vida al pulmón de la Villa
Las imágenes del 'Reencuentro con Las Canteras' en Puerto Real
Puerto Real/La última vez que el Parque de Las Canteras de Puerto Real recibió la visita de sus vecinos fue bien distinta a la de este sábado. Nadie acudió alarmado y con tristeza. No hubo cubos de agua para apagar un fuego que acabó asolando gran parte del parque y, con él, una parte de los recuerdos de sus vecinos y de su memoria colectiva.
Catorce meses y 13 días después, el pulmón de la Villa ha vuelto a recibir la visita de sus vecinos: unas doscientas personas que han sido los primeros en entrar en un paraje natural que sigue protegido, pero en el que se ha habilitado un camino para reencontrarse con él. Ellos lo han inaugurado, pero desde ahora permanece abierto para que cualquier persona pueda volver a pasear desde el Patio de ‘Los Villates’ hasta el Patio de la Gruta de la Virgen de Lourdes’.
Fue, como en casi todas las primeras veces, un acto para el recuerdo, lleno de emociones y sentimientos que viajaban del 6 de agosto de 2023, cuando se produjo el incendio, hasta este sábado, el día del ‘Reencuentro con Las Canteras’. “Es la primera vez que la veo porque no he sido ni tan siquiera capaz de pasar por la carretera para ver cómo estaba”, decía una vecina nada más poner un pie en el parque.
En el camino que separa ambos patios, afortunadamente aún cubierto por las verdes sombras de Las Canteras, se ha colocado una exposición fotográfica que refleja la historia del Parque y el arraigo con sus vecinos. Por eso, cada parada en cada fotografía iba acompañada de una historia personal. “Papá, ¿te acuerdas del día que….?”, comenzaba a relatar una pequeña de la mano de su familia. Otro joven enseñaba a su hijo a hacer una cadeneta con las pinochas aún verdes que habían caído de los pinos. “Estas eran nuestras pulseras”, decía entusiasmado.
En ese caminar que llevaba hasta la gruta de la Patrona y que recordaba mucho a las peregrinaciones de la Virgen de Lourdes, varias mujeres portaban ramos de claveles blancos. Una ofrenda tardía para quien “protegió el parque todo lo que pudo”. Rosa María contaba entre lágrimas que, hasta el domingo antes del incendio, todas las semanas iba a ver a la Patrona. “Paseábamos por el parque, veníamos a verla y le traíamos flores. Por eso hoy no podíamos dejar de venir”, contaba emocionada.
Del mismo modo, Pepi Gil paseaba con sus nietas pequeñas. “He revivido hoy todos los paseos que daba con mis hijas y toda mi familia. Días de tortillas y bocadillos que ojalá ellas puedan ver algún día”.
En cada persona una historia, un recuerdo revivido en un especial reencuentro para todos los asistentes, a excepción de la pequeña Cloe. Ella era la única que no se “reencontraba”. Cuando el fuego se originó, su mamá aún estaba embarazada de ocho meses, por lo que la pequeña vino a nacer a un Puerto Real distinto. No podía comparar, pero sus ojos abiertos de par en par mientras alzaba la vista a las copas verdes de los pinos centenarios, ya expresaban que estaba ante un sitio que le gustaba, y que ya tiene la responsabilidad de cuidar.
Pero no hay que llevarse a engaños. La parte que ahora se puede visitar es la menos afectada, la que el fuego no consiguió destruir. Por eso, la visita por esta parte puede dar una sensación de falso triunfo. La zona que ahora sigue cercada, porque aún no han finalizado los trabajos y sigue habiendo peligro de caída de ramas y árboles, es desoladora. “Es la zona en la que estamos trabajando con el proyecto de regeneración”, dijo la alcaldesa, Aurora Salvador, que asistió a la visita junto a la concejala de Medio Ambiente, Virginia Mena. “Ojalá que pronto podamos volver a ella y que los más pequeños de la ciudad colaboren con nosotros en su reforestación. ¿Qué hay más bonito que el que sea un niño o una niña quien inicie su renacer?”, apuntaba la primera edil de la Villa.
Para celebrar esta apertura, los asistentes pudieron disfrutar de un concierto de piano, guitarra, percusión y baile, a cargo de la compañía de Diego Valdivia. Ahora, que el parque sigue abierto para el público, hay que seguir aunando esfuerzos, respetando un paraje dañado, que empieza a respirar de nuevo.
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