La imagen fija de un mundo paralizado
PUERTO REAL
El fotoperiodista puertorrealeño, José Antonio Tomás, lleva a la Casa Consistorial de la Villa las imágenes de Puerto Real durante el Estado de Alarma
Puerto Real/A estas alturas, hablar de Covid, confinamientos, EPIs, PCR, ERTEs, cuarentenas y de todo el léxico propio de una pandemia salvaje nos devuelve a una realidad que hay quien no ha olvidado y quien ha logrado pasar página borrando de sus retinas algunos de los momentos más complicados que hemos vivido como sociedad en nuestra historia más reciente.
Hace ya tres años que el mundo se quedó paralizado, que las calles se vaciaron y la vida se vivía desde las ventanas. Tres años desde que el objetivo del fotógrafo puertorrealeño, José Antonio Tomás Casas, se convertía en los ojos de miles de vecinos de Puerto Real que, a través de su foto fija, lograban entender la parálisis de una ciudad siempre vivía, pero entonces en letargo.
La impactante presencia de militares en las calles dentro de la Operación Balmis, el temor de decenas de trabajadores esenciales cumpliendo con sus obligaciones enfundados en trajes a veces rudimentarios, el amor de los familiares de los residentes de Vedruna buscando un imposible contacto a través de un cristal, aplausos desde los balcones que se quedan sordos en una imagen y…. ¡Ya está! Paro de contar. Para qué explicar nada más si ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras.
Y no es una sino 45, las que Tomás ha seleccionado para la exposición ‘Puerto Real. Estado de Alarma por crisis sanitaria Covid-19’. La muestra, que incluye la proyección de vídeos con imágenes que no han tenido cabida en la exposición y otro dedicado a los trabajadores esenciales, está expuesta en la Casa Consistorial de la Plaza de Jesús, donde se inauguró este martes y donde permanecerá abierta hasta el 28 de abril.
Es un recorrido por el Puerto Real pandémico. Cuando a mediados de marzo de 2020 se decretó el Estado de Alarma, José Antonio Tomás, como el excelente fotoperiodista que es, salió a la calle para inmortalizar un momento histórico, una situación nunca antes vivida, sin más pretensión que la de ser notario de la realidad de una ciudad en la que pocas cosas pasan que él no capte de forma magistral.
Quienes tenemos la suerte de compartir algunos de esos momentos con él, sabemos de su entrega, de su profesionalidad y, especialmente, de su generosidad. Y es que su trabajo es, ahora y siempre, patrimonio material de Puerto Real. Así fue cómo surgió esta muestra.
El mismo editó un libro que entregó al Ayuntamiento. Quería que las imágenes de la realidad más dura de la historia contemporánea de la Villa quedasen reflejadas en el Archivo Municipal. Una aportación de incalculable valor, que ahora se abre a la ciudad en forma de exposición, y a través de un catálogo que también tiene un fin solidario. Gran parte de los ejemplares editados se han donado a la familia Alba Ramos, para que puedan con ellos realizar una nueva campaña y seguir costeando las terapias de la pequeña. En fin, sello de Tomás.
Y aún así, la única intervención que el fotógrafo hizo en la apertura de la exposición fue para dar las gracias. Tuvo palabras especiales para la Policía Local y Protección Civil Puerto Real por dejarle acompañarles en los momentos duros de la pandemia, al Ayuntamiento por las facilidades para que este proyecto sea hoy una realidad, ya a todos los ciudadanos que le dejaron plasmar instantes de sus vidas en esos días oscuros. También, claro está a su familia que siempre le ha apoyado.
“No siempre fue fácil por la limitaciones y restricciones a las estábamos sometidos, por el desconocimiento inicial de la enfermedad y su transmisión, y por la escasez de medios de protección”, recuerda Tomás que, al margen del aspecto más artístico de su trabajo, se queda corto en palabras defender el trabajo de “los esenciales”, que “estuvieron al pié del cañón cubriendo nuestras necesidades básicas, haciendo frente a la incertidumbre en la que vivíamos en esos momentos”.
Y aunque entonces quizás no fuese relevante o no tuviese el protagonismo que merecía, hoy podemos decir que Tomas y su cámara formaron un tándem también esencial para que nunca olvidemos un momento de gran relevancia histórica, contada a través de su trabajo.
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