Indignación en el Coro de Puerto Real tras la entrega de antifaces de oro: “La orquesta tuvo que actuar de rodillas”

Puerto Real/El Carnaval de Cádiz saldó este martes la deuda pendiente con Antonio García Fernández. El querido y recordado autor de coros de Puerto Real, recibía a título póstumo el Antifaz de Oro de la fiesta, por su más que reconocida aportación al Carnaval, a través del Coro de Puerto Real, desde su primera participación como autor del coro ‘Aires de mi tierra’ (1979), hasta la última, en 2010, con el coro ‘La Pesadilla’.

Fue su hijo, Juan Antonio García, quien recibía la distinción en nombre de su padre, de manos de dos históricos del coro de Puerto Real, Francisco Jiménez Marroquí y César Custodio. Tras la imposición, el coro antología que este año se ha formado precisamente para celebrar este momento, interpretó dos tangos.

Tras la entrega, y sin querer empañar un acto de reconocimiento al que fue el padre del ‘Tango Ribereño’, el coro ha lamentado el trato recibido por la organización del acto, que se hizo patente durante la actuación, en la que la orquesta tuvo que interpretar los dos tangos de rodillas.

Los integrantes del coro han lamentado que un momento tan esperado quedase marcado por los fallos en la organización del acto. Y es que, según relatan, se encontraron desde cambios de última hora en lo referente a los horarios, hasta que no tuviesen un camerino para poder afinar los instrumentos y dejar sus pertenecías.

“Nos dijeron los camerinos solo eran para los coros participantes en el COAC y nos dejaron en un pasillo con tiestos arrinconados y sin ninguna silla ni mueble alguno para colocar nuestra ropa”, relatan. Finalmente pudieron aprovechar que un coro acabó su actuación para hacer uso de un espacio más adecuado.

Explica el coro, que esto podría haber quedado en una anécdota “si no hubiéramos tenido el peor y muy lamentable espectáculo que nos esperaba en el escenario”. Y es que, después de que hubiese actuado en el escenario el coro ‘El Gallinero’, ganador del primer premio del COAC, “quitaron todos los bancos y sillas y dejaron el escenario completamente vacío. No tuvieron el detalle de traer unas sillas para la orquesta, que tuvo que tocar en el suelo”.

Un episodio que desde el coro antología que dirige César Custodio, califican de “bochornoso, ridículo y de auténtica vergüenza”. Consideran que “un coro de tanto prestigio no se merecía este trato”.

Pese a todo, el grupo dice estar “muy satisfecho y orgulloso de haber trabajado y ensayado durante varios meses con la mayor de las ilusiones para acompañar a la familia de Antonio García Fernández, en la entrega del más que merecido Antifaz de oro, que ha sido el objetivo principal de este coro, el Coro de Antonio García”.