La lluvia frustra la salida del Cristo del Perdón en el Martes Santo de Puerto Real

Puerto Real/La Hermandad de la Borriquita de Puerto Real tampoco ha podido este año cerrar su Semana Santa soñada. Al contrario de lo que ocurrió el pasado año, cuando se quedaron en casa el Domingo de Ramos, pero sí pudieron posesionar el Martes Santo, este año ha sido el Cristo del Perdón y la Misericordia el que sufrió las consecuencias de la meteorología.

Aunque los pronósticos no eran nada favorables, la Hermandad decidió retrasar una hora la salida desde el colegio La Salle, entendiendo que lo peor ya había pasado. Así, a las 20:30 horas, las puertas de la Casa de Hermandad se abrían y la cruz de guía anunciaba la salida del Cristo del Perdón lasaliano.

Como es habitual cada Martes Santo, la sobriedad del desfile marcaba el tono, en el que solo los sones de una capilla musical, Santus Christis, acompañaban al señor crucificado, que este año procesionaba por primera vez con unos remates plateados en la cruz.

Nada más poner pie en Teresa de Calcuta, se iniciaba el rezo del Vía Crucis con la primera estación, que comentaba el hermano mayor de la cofradía, Felipe Salvador.

Sin dejar de mirar a un cielo que se encapotaba, los capataces del paso, Sergio Gómez Rosendo y Manuel Gallardo Vinelli, dirigían a la cuadrilla de costaleros, muchos de ellos muy jóvenes y que se estrenaban bajo las trabajaderas.

Ante mucho público que se fue agolpando en los alrededores de La Salle, la Hermandad bajo por calle Santo Domingo para girar por San José. Y fue en ese momento cuando las peores previsiones se hicieron realidad. La lluvia apareció con fuerza y la Hermandad decidió dar media vuelta y regresar al colegio La Salle para proteger a la imagen.

Y es que, hay que recordar que, a finales del mes de marzo, la Hermandad anunciaba la retirada al culto del Cristo del Perdón para someterse a trabajos de mejora a cargo de la restauradora puertorrealeña, Lucía Ariza. Se han sustituido los soportes de las potencias y resanado algunas grietas en los brazos. También se ha reparado la corona de espinas.