Las protestas del metal dividen a los alcaldes de la Bahía

Puerto Real/Si algo ha quedado claro en la historia de la lucha obrera de la Bahía de Cádiz, especialmente en el castigado sector del metal, es que solo la unión hace la fuerza. La apuesta unánime por defender el empleo en el sector ha sido la clave para el mantenimiento de la industria. Pero ahora la unión flaquea. Las movilizaciones de la industria auxiliar del metal han escenificado el distanciamiento entre el comité de empresa y la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM), y también en el ámbito político.

El alcalde de Cádiz, José María González (Adelante Cádiz), ha visitado a los dos trabajadores acampados frente al astillero y se ha posicionado del lado de los operarios de la industria auxiliar, apoyando sus reivindicaciones.

Este miércoles, los trabajadores también han recibido la visita de la Coordinadora General de Podemos Andalucía, Martina Velarde, que asistió a la asamblea junto a concejales de Adelante Puerto Real. “Hemos venido a apoyar a los trabajadores, a pedir carga de trabajo y a reivindicar que los operarios de la industria auxiliar tengan las mismas condiciones dignas de trabajo que los de la plantilla de Navantia”, dijo Velarde. Podemos también se ha comprometido a elevar las reivindicaciones al Congreso, a través de su grupo parlamentario.

Por su parte, la alcaldesa de Puerto Real, Elena Amaya (PSOE), cree que “no es cuestión de posicionarse en un bando o en otro porque entiendo que el objetivo de todos es compartido: que los astilleros tengan carga de trabajo que garantice el empleo a corto, medio y largo plazo”, dice Amaya. No obstante, dice la primera edil de la Villa que en cuestiones como esta “las formas importan”. Y ahí sí tiene claro su “total respaldo al comité de empresa de Navantia”.

“Apoyo al comité de Puerto Real y a su presidenta, Margarita Forné, porque creo que el camino es el diálogo y no la confrontación”, dice Amaya. La alcaldesa considera que estas movilizaciones pueden acabar siendo “contraproducentes” si lo que se pretende es “generar confianza en las empresas que van a encargar proyectos, y por lo tanto a generar empleo, en unos astilleros que ya tienen más que atestiguada la calidad de los trabajos y la profesionalidad de sus operarios”.

Así, Amaya hace un llamamiento a la “cordura” y la “sensatez”, como base para lograr “la unión de todo el sector como única vía para el mantenimiento de la industria del metal de la Bahía”. También insiste en que “hay que respetar la libertad de todo aquel que quiera continuar trabajando y no se pude coaccionar a nadie”. También invita a los representantes de la Coordinadora a que “denuncien ante la autoridad competente todos los incumplimientos de convenio que detecten. Es ahí donde se deben hacer las denunciar y no con un megáfono”.

Por su parte, la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, ha confirmado que tiene previsto reunirse con el comité de empresa de Navantia-San Fernando a principios de septiembre para tratar su postura y ha insistido en afirmar que su postura irá "de la mano" a lo que decidan los representantes de la plantilla.

La regidora isleña ha destacado en este sentido "la importancia de estar unidos" en la defensa del sector naval y ha afirmado que, aún cuando la reivindicación de la carga de trabajo para los astilleros debe de ser constante y siempre debe estar presente, debe hacerse desde la "sensatez" y, por supuesto, "garantizando los compromisos adquiridos y el cumplimiento de los programas que están en marcha".

En juego -apunta la alcaldesa de San Fernando- está la propia credibilidad de Navantia, que implica a su vez a la industria auxiliar. Y si esa credibilidad se cuestiona con los encargos que ahora mismo están en marcha, expone, "será mucho más difícil asegurar esa carga de trabajo para el futuro". Una cosa y otra van de la mano, advierte.

La regidora isleña ha insistido así en que su postura será la que adopte en este sentido el comité con el que se pretende reunir en las próximas semanas y ha reiterado su compromiso de insistir tanto a la SEPI como a la dirección de Navantia en la necesidad de garantizar esa carga de futuro.

Cavada ha destacado también que los astilleros isleños están ahora mismo inmersos en el programa para la construcción de las corbetas para Arabia, la primera de las cuales se botó hace unas semanas. Y ha recordado también que el Ministerio de Hacienda autorizó a finales de julio el gasto de 167 millones de euros para la construcción del Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS), que el plan estratégico de Navantia asigna al astillero de Navantia Puerto Real.