Diez años rompiendo barreras idiomáticas en Puerto Real

Puerto Real/Ayer jueves se celebró en el Centro Cívico Ciudad Abierta de Puerto Real la clausura de las clases de español para personas migrantes. Estas clases se han venido desarrollando desde el mes de octubre gracias a un equipo de docentes voluntarios coordinados por la Asociación Pro Derechos Humanos de Puerto Real.

Han sido más de un centenar de alumnos (y algunas alumnas) los que han ido formando parte y participando de este proyecto tan necesario para la integración de estas personas, como es el aprendizaje del idioma.

Las clases se han impartido durante dos días a la semana, en las instalaciones del Centro Cívico Ciudad Abierta y han sido más de una decena de personas voluntarias las que ha desarrollado esta magnífica labor. Ayer, a la entrega de los diplomas de este curso, los profesores voluntarios acudieron con vestimentas africanas, haciendo un guiño al intercambio cultural que es también la base de este programa.

La mayoría del alumnado procede de África, principalmente de Senegal, aunque también han participado ciudadanos procedentes de Mali y Guinea, y de otras partes del mundo como Ucrania y Rusia.

Junto a las clases en sí, también se han realizado otras “actividades extraescolares” como un campeonato de fútbol sala en conmemoración del ‘Día del Trabajador Migrante’ (18 diciembre), un taller básico de derecho de extranjería por el ‘Día contra el Racismo’ (21 de marzo) y una visita la Biblioteca Pública Municipal, el 15 de mayo, donde los alumnos y alumnas pudieron obtener el carnet de la biblioteca.

El acto, que ayer se cerró con una convivencia entre todos, sirvió también para celebrar que las clases de español han cumplido 10 años de historia, ya que las primeras se pusieron en marcha en el curso 2013-2014 y desde entonces, muchos alumnos, alumnas y personas voluntarias han ido dando forma a esta actividad tan generosa y solidaria.

“En estos momentos tan preocupantes, de auge de partidos de extrema derecha en nuestro país y en toda Europa, de aumento de la xenofobia, es más necesario que nunca el visibilizar actividades como ésta, donde se prioriza la acogida, la fraternidad y la solidaridad con las personas que vienen de otros países buscando una vida mejor”, dicen en la APDHA. “Estas experiencias nos hacen más humanos y nos ayudan a seguir creyendo en que una sociedad más justa e igualitaria para todos y todas es todavía posible”, añaden.

La Asociación Pro Derechos Humanos ha dado las gracias al Ayuntamiento de Puerto Real para poder llevar a cabo las diferentes actividades con el colectivo de personas migrantes de la localidad, y especialmente, a la asesoría jurídica.