Semáforos para un tranvía 'fantasma'
Vecinos indignados denuncian el funcionamiento permanente de este sistema de señalización en torno a Real cuando ni siquiera hay fecha para la puesta en marcha de este medio de transporte
Si en alguna de las intersecciones de la calle Real ve los semáforos del tranvía en ámbar no se asuste y siga circulando con normalidad, que todavía no viene. De hecho, aún tardará bastante en pasar este nuevo medio de transporte que atravesará el centro de la ciudad de cabo a rabo. Habrá que esperar al menos hasta 2017 puesto que ni siquiera se ha firmado aún el convenio para la subestación de Janer. Queda mucho aún, pero los semáforos están ya en funcionamiento. De hecho, llevan meses encendidos durante las 24 horas del día. Y el tema no ha pasado desapercibido para los ciudadanos, cuyas reacciones van desde el evidente choteo ante el hartazgo que provoca un proyecto que suma ya seis años y medio de obras en la calle Real a la más absoluta indignación por el despilfarro que supone este consumo de energía permanente, que corre a cuenta del proyecto del tranvía. Hay reacciones para todos los gustos.
"Están siempre en funcionamiento, incluso por la noche. Todos los semáforos que están instalados desde La Ardila hasta el puente Zuazo están encendidos sea la hora y el día que sea. Es un verdadero despifarro", denuncia un vecino a este periódico, irritado por el gasto que calcula que acarrea esta medida, que aparentemente carece de lógica alguna dado que no hay ningún tranvía en funcionamiento por la calle Real que precise regular el tráfico rodado en las intersecciones. Están en marcha incluso los semáforos que en el futuro coordinarán la utilización de las vías de la calle Real, que se reparten a lo largo de esta extensa vía.
Desde la Junta, los responsables del proyecto admiten que sí, que los semáforos están siempre encendidos. Pero aseguran que hay varias razones para mantenerlos en funcionamiento, más allá incluso de las necesarias comprobaciones del sistema de señalización. La principal -explican- es de carácter técnico: si los semáforos se quedan apagados durante un tiempo excesivo se produce un efecto de condensación que podría afectar al funcionamiento de todo el sistema. Así que, si se quedan apagados y no se utilizan, podría ocurrir que cuando por fin fuera a ponerse en marcha el tranvía por la calle Real -pongamos en 2017- se encontrara con que ninguno de los semáforos es capaz de ponerse en marcha. Habría que reponer el sistema. Y sería peor, mucho más costoso.
Aunque parezca contradictorio y aunque resulte difícil de comprender para muchos ciudadanos, insisten, tener encendidos los semáforos resulta más barato que dejarlos apagados hasta que llegue el tranvía. Su consumo, reiteran, es mínimo al emplear lámparas de tecnología Led. Equivale al de tres farolas del alumbrado público. El gasto corre a cuenta del proyecto para la implantación de este medio de transporte.
La red de semáforos del tranvía empezó a instalarse en la calle Real en 2014 una vez terminada en primera instancia la ejecución de la obra civil en el casco urbano (aunque ahora ha tenido que volver a abrirse para reparar los desperfectos del pavimento). El circuito se puso en funcionamiento a finales del año pasado.
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