María José Campanario y Jesulín de Ubrique en una discoteca: el rifirrafe que lo cambia todo
¡Muy fuerte!
María José Campanario y Jesulín de Ubrique se han dejado ver en la fiesta que ha organizado RTVE en el FesTVal de Vitoria.
María José Campanario pasa por su peor momento.
La discoteca Kubik de Vitoria ha presenciado la fiesta de RTVE del FesTval, el festival que presenta todas las novedades de la temporada teleivisva. el festival que presenta todas las novedades de la temporada teleivisva.El ente público este año cuenta con un gran activo: Jesulín de Ubrique. El torero participará en Masterchef Celebrity, siendo uno de los personajes más carismáticos y que más dará hablar de la edición.
En la fiesta, Maria Eizaguirre, directora de comunicación de RTVE, llama a Ubrique al escenario. Es una encerrona, pero Jesulín se lo toma con deportividad. TVE hace que el torero cante Toda y a Maria Jose Campanario no le hace demasiada gracia. Pero el torero se la sabe ganar. Bailan bachata, se lo pasan bien e incluso toman copas juntos.
Las malas lenguas dicen que a Campanario le molesta que el torero cante Toda. a Campanario le molesta que el torero cante Toda. Es cierto que se le nota molesta, pero cuando empieza a sonar el reggaetón, Campanario se funde en un romántico morreo con Jesulín. Juntos bailan bachata toda la noche.
Es una noche de emociones. Jesulín ama a Campanario y no dudan en mostrarlo públicamente. “He sido la mala de esta telenovela”, espeta Campanario entre periodistas. No quiere hablar de terceras personas, pero remarca que quiere mucho al torero y que no quiere hablar del tema en este ambiente.
Jesulín baila alegre con María Eizaguirre, pero cuando suenan lentas se apresura a acercarse a Campanario y bailar muy pegadito a ella. Las cámaras del Grupo Joly les cazan pidiendo una copa. Se lo pasan bien. “La vida no es lo que la gente cuente de mí. Tengo derecho a contar y a no contar mi historia”, espeta María José Campanario en un corrillo improvisado con periodistas. Y todos la entendemos. Jesulín intenta apartarla, le agarra de la mano, pero María José quiere hablar con la prensa. Es cercana, ama a su marido y no se merece por lo que está pasando.
La fiesta finaliza con la pareja abandonando la discoteca de la mano y dejando el Toa toa como una simple anécdota. Son una pareja que de puertas para fuera muestran cariño y complicidad. Pero quién sabe qué pasa dentro de Ambiciones.
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