Rocío Carrasco afila la navaja. Primera parada, Amador Mohedano

Telecinco dedicaba anoche el primero de los viernes a la nueva docuserie de Rocío Carrasco. En el nombre de Rocío es un recorrido por la estirpe familiar de la protagonista, centrándose en la figura de su madre y de qué manera su entorno familiar la marcó e influyó para decisiones acertadas o no tanto.

Los Mohedano están en el punto de mira de Rocío Carrasco y ha empezado por su tío Amador, durante años representante de su madre y figura que hacía de pantalla para filtrar el acceso a la recordada estrellla chipionera. Rocío Carrasco define a esa parte de su familia como "la jauría".

Carrasco se emocionó con una entrevista a su madre en la que lamentaba en su momento, en plena relación tormentosa con Antonio David Flores, que lo que más le dolía en el mundo"era que hablaran de su hija, un desgarro total". Y, por tanto, Rocío Jurado sufrió mucho.

La protagonista aumenta en su amarugra lamentando todo lo que sufriría por añadidura la cantante, contemplando a su familia y el acoso mediático al que sometieron a su hija, según su observación.

"Imagínate lo que pensaría mi madre si viera lo que han hecho conmigo después de ella haberse ido, si ella hubiese estado aquí no habría sucedido nada de lo que ha pasado, si ella hubiera estado nadie hubiera tenido huevos para hacer lo que han hecho" reclamaba anoche Carrasco en su docuserie.

Y en este caso señala directamente a su tío: "Amador ha filtrado mucha información por detrás", agregando en este despliegue de datos contra ella a su hermana: "Gloria lo ha hecho de otra forma pero también lo ha hecho, por delante ninguno de los dos habría tenido valor para hacerlo en vida de mi madre", reta Carrasco.

"A mi madre esto le causaría un dolor grandísimo, por eso estoy aquí, porque al final esta es la única opción que tengo, ellos han jugado con mi silencio, han jugado con el hecho de que se piensan que nunca se va a saber la verdad te retan y te provocan a que lo hagas, pero ya no hay más provocación ni más miedo, porque yo ya no tengo por a qué temer”. Fue el eje de esta primera noche en la que Rocío Carrasco ajusta cuentas y afila la navaja.