Lo que hay detrás de Supervivientes: así es el lujoso hotel donde se hospedan
En Honduras
Lara Álvarez y el equipo de Supervivientes recargan pilas en un lujoso hotel hondureño para poder darlo todo en las grabaciones de Supervivientes.
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La nueva edición de Supervivientes está a la vuelta de la esquina y tanto el equipo como los concursantes se hospedan ya en un lujoso hotel, se hospedan ya en un lujoso hotel,preparándose para darlo todo en los Cayos Cochinos a partir de este mismo jueves. Si bien la audiencia conoce al dedillo las paradisiacas playas hondureñas, hay una cara que casi nunca se ha visto en televisión, que es todo lo que hay detrás de los alojamientos del equipo del programa. Este año Lara Álvarez y compañía estarán alojados en el Hotel Palma Real, ubicado en La Ceiba.
El hotel del equipo de Supervivientes cuenta con piscina privada, tres bares y una discoteca.piscina privada, tres bares y una discoteca Se encuentra a tan solo 10 minutos en helicóptero del lugar donde se graban las hazañas de los concursantes. Este lujoso resort cuenta con playa privada y un restaurante muy completo. Con un total de 160 habitaciones y dos suites, el resort cuenta con diferentes villas donde pasarán los tres próximos meses el equipo del reality de aventuras.
Las villas cuentan con entre 89 y 164 metros cuadrados y el precio medio de la habitación está alrededor de los 200 euros noche. Además, el equipo del programa cuenta con un cocinero profesional privado, que les acompaña desde España. En cuanto al ocio, el equipo de Supervivientes tiene a su disposición teatro, discoteca, minigolf, canchas de tenis, zona de ping pong, billar, helipuerto y un campo de golf profesional.
El hotel parece haber enamorado al equipo del programa, pues no es el primer año que se alojan en este lujoso resort. Desde hace varias ediciones el equipo que cuenta con Lara Álvarez como cara visible se hospeda en este espacio de ensueño, generando experiencias muy difíciles de replicar tras las cámaras de un programa de televisión de este envergadura. Un resort que hace aún más comprensibles las lágrimas de la presentadora cada vez que apaga el fuego de la palapa edición tras edición.
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