Así es el nuevo reality de Telecinco que se grabará en Jimena de la Frontera

Telecinco prepara un nuevo reality para septiembre. Pesadilla en el Paraíso, la adaptación española del formato internacional The Farm, se prepara para arrancar motores, convirtiéndose en una de las grandes apuestas de Telecinco para el nuevo curso televisivo. Este nuevo reality contará con un punto estratégico en Cádiz, clave para la producción del programa. Jimena de la Frontera será la localidad que albergará las grabaciones de este nuevo formato, que contará con un grupo de famosos que deberán convivir en condiciones infrahumanas.

La Granja (Antena 3) y Acorralados (Telecinco), adaptaciones previas a Pesadilla en el paraíso, se grabaron en Cataluña y Asturias, respectivamente. Así pues, el salto a Andalucía no tiene precedentes, siendo una gran mejora en cuanto a los paisajes rurales que se podrán ver a lo largo del reality. Así pues, Telecinco llega al Campo de Gibraltar para desplegar un equipo técnico que acompañará a concursantes y espectadores durante más de tres meses.

El espacio elegido para grabar el programa está a cuarenta kilómetros de Algeciras. Si todo sigue con el plan establecido, a mediados de agosto empezará la producción del reality en el Parque Natural de los Alcornocales. Sin duda, esta superproducción de Mediaset generará un gran impacto económico en el municipio de Jimena, convirtiéndose en el epicentro del nuevo formato de Telecinco. Un ejemplo de ello es el municipio de Guadalix de la Sierra, que se ubicó en el mapa gracias a albergar las emisiones de Gran Hermano.

Pesadilla en el Paraíso estará presentado por dos buques insignia de Mediaset. Lara Álvarez será la encargada de presentar las galas, grabadas siguiendo el formato de La Isla de las Tentaciones. Por otro lado, Carlos Sobera ha sido el elegido para ponerse al frente de los debates, desde plató y junto a los familiares de los concursantes. Dieciséis famosos están dispuestos a dejarse el alma en el barro. Veremos si el reality se convierte en un sueño o una pesadilla para los programadores de Telecinco.