¿Cómo y dónde se ha escondido el Yoyas todo este tiempo en busca y captura?

Después de más de un año prófugo, Carlos Navarro, conocido como El Yoyas, ha sido finalmente detenido. Las fuerzas del orden, compuestas por los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional, encontraron al exconcursante de Gran Hermano en una masía de Anoia (Cataluña), donde se había estado ocultando. La operación se llevó a cabo a las 6 de la mañana, con al menos cinco vehículos policiales bloqueando la carretera y más de 30 efectivos de diversos servicios, incluyendo el Grupo de Búsqueda Activa de Fugitivos, ARRO y la Unidad Canina. 

Al ser descubierto, Navarro no opuso resistencia. Se mostró delgado y demacrado, lo que refleja el estado de su salud física tras meses de vivir en condiciones precarias. Su comentario a los agentes fue sorprendente: "Si hubierais llamado a la puerta, os habría abierto". La captura de El Yoyas pone fin a una fuga que comenzó en noviembre de 2022, cuando se dictó una orden de busca y captura tras su condena a 5 años y 8 meses de prisión. La sentencia, emitida por el Juzgado Penal de Las Palmas de Gran Canaria, lo encontró culpable de maltrato habitual, lesiones, amenazas leves y vejaciones contra su expareja, a quien conoció en el reality Gran Hermano y de donde fue expulsado por su comportamiento violento.

Tras la detención, el Juzgado de Guardia de Igualada, Barcelona, ordenó su inmediato ingreso en prisión. Fayna Bethencourt, al enterarse de la noticia, expresó su conmoción diciendo: "Estoy temblando aún". La habilidad de Navarro para evitar a las autoridades durante tanto tiempo se debió en gran parte al apoyo de su familia. Su padre le proporcionó la vivienda, mientras que su hermana y su cuñado le llevaban comida y lo visitaban ocasionalmente. La cautela fue clave en su escondite: apenas salía al patio, no usaba luz por las noches, y tenía las persianas siempre bajadas y las ventanas cubiertas con lonas.

En el interior de la masía, los agentes encontraron restos de porros, cervezas y comida, lo que indica el precario estilo de vida que llevaba. A pesar de su aislamiento, contaba con una cinta de andar y una bicicleta estática, pero la soledad y las duras condiciones de vida lo habían dejado en un estado lamentable. Se sospecha que Navarro pudo haber estado escondido en otro lugar antes de refugiarse en la masía.

La detención de El Yoyas marca el fin de una intensa búsqueda y subraya la importancia de la cooperación entre las fuerzas del orden y la información proporcionada por la ciudadanía. Ahora, Navarro deberá cumplir su condena y enfrentarse a las consecuencias de sus actos, poniendo fin a un capítulo oscuro de su vida y ofreciendo un respiro a su víctima.