El conmovedor gesto de la Reina Letizia en el funeral de Juan Gómez-Acebo

El pasado domingo, la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid fue el escenario de un sentido y solemne funeral en memoria de Juan Gómez-Acebo, primo hermano del Rey Felipe VI, que falleció recientemente a los 54 años. La ceremonia, cargada de emotividad, contó con la presencia de numerosas figuras de la realeza y la aristocracia española, que se acercaron para brindar su apoyo a la familia Gómez-Acebo en estos momentos tan duros.

Con un gesto serio y visiblemente afectados, los Reyes Felipe y Letizia entraron poco antes de las ocho y media de la tarde, donde fueron recibidos por una multitud de personas que les aplaudieron en señal de respeto y admiración. A su llegada, los monarcas saludaron brevemente a los congregados antes de dirigirse a ofrecer sus condolencias a los hermanos del difunto: Simoneta, Bruno y Beltrán Gómez-Acebo. Doña Letizia, especialmente afectuosa, dedicó unas palabras de consuelo a Simoneta, en un momento que captó la atención de todos los presentes.

El acto reunió a numerosos miembros de la familia Borbón, entre ellos, el Rey Juan Carlos I y la Reina Sofía, quienes también se mostraron profundamente conmovidos. Juan Carlos I fue visto dándose un cálido abrazo con su sobrino Bruno Gómez-Acebo, mientras que Doña Sofía ofrecía su apoyo a la viuda de Juan, Teresa Véret. La infanta Cristina, acompañada de sus hijos Pablo, Miguel e Irene Urdangarin, también estuvo presente, así como sus primos Felipe y Victoria de Marichalar, quienes no quisieron faltar a este último adiós.

La misa, oficiada por el padre Serafín, fue un homenaje a la vida de Juan Gómez-Acebo, un hombre querido por todos, como quedó reflejado en la notable asistencia de figuras de la nobleza española. Entre los presentes se encontraban Eugenia Martínez de Irujo, duquesa de Montoro, Pedro de Borbón-Dos Sicilias, duque de Calabria, y María Zurita, entre otros. Las muestras de afecto y solidaridad se repitieron a lo largo de la jornada, con besos, abrazos y palabras de consuelo que intentaban aliviar el dolor de los familiares.

Finalmente, ya entrada la noche, los Reyes Felipe y Letizia fueron los primeros en abandonar el recinto, seguidos por Juan Carlos I y la Reina Sofía, quienes se marcharon discretamente, dejando atrás una estela de respeto y admiración hacia la familia Gómez-Acebo, que ha sufrido la pérdida de dos de sus miembros en menos de un año.