Daniel Sancho recibe este sorprendente regalo en prisión

El pasado jueves 11 de junio, Daniel Sancho, hijo del conocido actor Rodolfo Sancho y nieto del célebre Sancho Gracia, cumplió 30 años en una situación excepcionalmente complicada. Sancho permanece en prisión en Tailandia, aguardando la sentencia por el presunto asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta, un caso que ha mantenido en vilo a la opinión pública desde agosto del año pasado.

El 2 de agosto se cumplirá un año del supuesto asesinato, y el día 5 se marcará el aniversario de su detención por la Policía tailandesa. Entre abril y mayo de 2024, Sancho enfrentó el juicio cuyo veredicto se espera para el próximo 29 de agosto. Este período ha estado lleno de incertidumbre, tensión y una profunda soledad para el joven, quien ha visto cesar casi por completo las visitas y las conversaciones desde el exterior tras la vorágine del juicio.

A pesar de las circunstancias adversas, Daniel encontró motivos para celebrar su cumpleaños. Según su abogada, Carolina Castro, recibió una única visita presencial en esta fecha tan significativa: la de su madre, Silvia Bronchalo. Con un perfil mucho más discreto que el de su exmarido Rodolfo Sancho, Bronchalo viajó a la prisión de Koh Samui para estar con su hijo, manteniéndose lejos de las cámaras y el ojo público, aprovechando el relativo receso mediático del caso.

Además de la visita de su madre, Daniel tuvo la oportunidad de tener un contacto especial y emotivo con su abuela, Noela Aguirre, a través de una videollamada virtual. Según fuentes cercanas a la familia, esta llamada fue muy significativa para Sancho, permitiéndole conectar nuevamente con su abuela, quien le brindó consejos, compartió recuerdos entrañables y le ofreció un soplo de esperanza ante la inminente sentencia.

La última vez que se tuvo noticia de Noela Aguirre fue en septiembre de 2023, cuando Rodolfo Sancho visitó por primera vez Tailandia para ver a su hijo y comenzar a preparar su defensa. En aquella ocasión, Aguirre expresaba su tristeza por la situación de su nieto, afirmando su confianza en la justicia y en la verdad de Daniel: "Estoy bastante bien, muy triste porque no veo a mi nieto que vive conmigo y esperando que vuelva, nada más. Confío en la justicia y en la verdad de mi nieto".

Daniel Sancho afronta su trigésimo año de vida con la esperanza puesta en la sentencia que definirá su futuro, rodeado del apoyo incondicional de su familia, aunque a kilómetros de distancia.