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¡Muy fuerte!
La Reina Camilla ha vuelto a hacer gala de su encanto y su sentido del humor en un acto celebrado en Buckingham Palace, donde recibió un regalo bastante peculiar: una Barbie personalizada a su imagen y semejanza. Este evento, compartido con la Reina Matilde de Bélgica y la Duquesa de Gloucester, se convirtió en un momento memorable gracias a la espontaneidad y simpatía de la Reina Consorte.
Después de tomarse una semana de descanso tras haber cumplido con un extenso número de compromisos, principalmente debido a la dura enfermedad que atraviesa el Rey Carlos III, la Reina Camilla regresó con los ánimos renovados. Su preocupación por la salud de su esposo, así como por la de otros miembros de la familia real como Kate Middleton, es evidente, pero no le impide continuar con su agenda real.
Esta semana la Reina Camilla participó en el servicio por el Día de la Commonwealth en la Abadía de Westminster, mostrando su complicidad con el Príncipe Guillermo. Posteriormente, presidió una recepción en Marlborough House en honor a esta efeméride. Al día siguiente, se trasladó al Palacio de Buckingham para participar en un acto con motivo del Día Internacional de la Mujer y el final de la gira en autobús realizada en el Reino Unido por Women of the World, una organización que promueve el empoderamiento femenino.
El evento en Buckingham Palace contó con la presencia de la Reina Matilde de Bélgica y la Duquesa de Gloucester, así como la destacada actriz Helen Mirren, presidenta de WOW. Sin embargo, uno de los momentos más destacados fue cuando se presentó a la Reina Camilla una Barbie personalizada a su imagen y semejanza.
La Reina Camilla no pudo contener su emoción y agradeció el gesto, bromeando al decir que la muñeca "le había quitado unos 50 años de encima". Con su característico buen humor, la Reina añadió que "todas deberíamos tener una Barbie". Además, se destacó el detalle de que la muñeca llevaba el mismo atuendo que la Reina ese día: un elegante vestido midi azul y una capa negra, demostrando un cuidado exquisito por parte de quienes la prepararon.
Este acto no solo evidenció el compromiso de la Reina Camilla con las causas feministas y el empoderamiento de las mujeres, sino también su capacidad para enfrentarse a los desafíos con gracia y elegancia, a pesar de los achaques propios de su edad. Sin duda, su presencia y carisma continúan dejando una huella imborrable en la monarquía británica.
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