La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin toman una decisión definitiva que lo cambia todo

En un giro discreto, pero significativo, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han finalizado su matrimonio mediante un divorcio de mutuo acuerdo. Aunque anunciaron su separación hace tiempo, el proceso se ha llevado a cabo con extrema cautela, culminando en una firma ante notario en la ciudad de Barcelona.

Fuentes confiables, señalan a la revista ¡Hola!, han revelado que la pareja acudió a un notario en Barcelona para formalizar su divorcio, cumpliendo con todos los requisitos establecidos por el Código Civil. La Infanta y Urdangarin optaron por la vía notarial, la alternativa más rápida para poner fin a un matrimonio, y lo hicieron en completo secreto.

A pesar de que el anuncio de su separación se produjo en enero de 2022, la Infanta Cristina expresó su deseo de tomarse el tiempo necesario para asegurar que todos los detalles quedaran bien resueltos. No fue hasta diciembre de 2023 que finalmente llegaron a un acuerdo definitivo, cerrando así el capítulo de su relación.

El proceso estuvo a punto de concluir meses después de que su hija, Irene Urdangarin, cumpliera la mayoría de edad. Sin embargo, algunos detalles pendientes retrasaron la firma definitiva. Según medios afines, la pareja puso fin oficialmente a su unión a finales de 2023.

La firma del divorcio requirió la presencia de ambos cónyuges, acompañados por sus respectivos abogados de familia. Sin embargo, según ¡Hola!, los hijos de la pareja no estuvieron presentes físicamente, ya que la ley no exige su presencia en este tipo de procesos. Se les representó a través de un apoderado, quienes sí tuvieron que otorgar su consentimiento a las medidas tomadas.

Aunque la relación de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia ya venía de lejos, el hecho de que el deportista ahora sea una persona divorciada podría simplificar las cosas. Se ha confirmado que la nueva pareja ha decidido mudarse juntos a una urbanización en Vitoria, a poca distancia de la madre de Urdangarin, Claire Liebaert, en una muestra de cercanía familiar fundamental para el exdeportista.