Kate Middleton se salta todos los protocolos de la realeza en un polémico evento familiar
Nadie se lo esperaba
Kate Middleton sorprende al mundo al dejar atrás su impecable imagen real y participar en un inesperado y polémico evento familiar que ha dejado a todos sin palabras.
Este es el sorprendente comunicado de Kate Middleton tras su tratamiento de quimioterapia
Kate Middleton ha vuelto a sorprender a todos con una aparición fuera de lo habitual. A pesar de estar centrada en su salud y manteniendo la discreción debido a su tratamiento contra el cáncer, la Princesa de Gales decidió disfrutar de un día familiar que ha dejado a todos sin palabras. El escenario elegido fue el Festival Gone Wild en Holkham Hall, Norfolk, donde acudió con el príncipe Guillermo y sus tres hijos, alejándose completamente del protocolo real.
El evento, conocido por su ambiente familiar y sus divertidas actividades, incluyó una guerra de agua, en la que la familia no dudó en participar. Jorge, Carlota y Luis se lo pasaron en grande junto a sus padres, quienes, como cualquier familia, se unieron a la diversión sin preocuparse por las cámaras o los flashes de los medios. Según ha desvelado Georgina Barron, directora de Norfolk Nerf Parties, fue un día inolvidable para todos los presentes.
Lo más comentado no fue solo la presencia de la familia real británica en este tipo de evento, sino el hecho de que Kate Middleton dejó de lado las formalidades y, con la pistola de agua en mano, se lanzó a jugar con sus hijos. La directora del festival no dudó en compartir su sorpresa: “Todavía no puedo creer la increíble experiencia que vivimos. La Princesa de Gales jugando en el barro, sin preocupaciones, fue algo memorable. Nunca los habíamos visto tan cercanos y relajados”.
Esta inesperada participación de la familia real ha dado mucho de qué hablar, sobre todo por la imagen tan distinta a la habitual que proyectaron. Kate, siempre impecable en sus apariciones públicas, mostró su lado más natural y maternal, corriendo entre risas junto a sus hijos. Además, el príncipe Luis, el más pequeño de los tres, destacó por sus gritos de alegría mientras jugaba con sus padres y amigos.
A pesar de que no se han publicado fotos oficiales del evento, los detalles compartidos por los organizadores y las descripciones de los juegos acuáticos han dejado claro que fue una tarde completamente fuera de lo común para la familia. Este tipo de situaciones refuerzan la imagen de una familia real más cercana y desenfadada, algo que tanto Guillermo como Kate han cultivado con sus hijos.
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