"Este no es el sitio": el reencuentro de Isa Pantoja con María del Monte
La ahijada supervivente
Después de dar vueltas por Madrid, sin rumbo por el río (Manzanares), al fin llegaba el vehículo que llevaba a María del Monte a Sábado Deluxe, en Telecinco. La cadena había anunciado tanto la Fórmula 1 como este prometido reencuentro de la cantante sevillana con su ahijada, Isabel Pantoja junior, Isa Pantoja, Isa Pi. María del Monte sabía que Isa iba a estar en el plató para presentar su nuevo disco de sevillanas, Todo vuelve. Un himno a la alegría por palmas. Pero sabía que con esa presentación tenía que lidiar también con la emoción.
Media España pendiente de este reencuentro que se ha producido diez años después de la última ocasión en que se vieron. María del Monte ha sido todo cariño pero también toda serenidad y prudencia. Ella no iba a hablar de su libro, sino a ver a quien fue para ella una hija en sus primeros años. "¿Cómo fue aquel día en que las dejas de ver?", preguntaba Jorge Javier Vázquez, aunque por contrato María no iba a decir ni pío. Aquel día fue como otro cualquiera, otro asunto era qué es lo que pasó, y que anoche la artista no iba a mencionar.
Hubo que esperar para el abrazo, la llegada de María del Monte al plató, con María Patiño y Lydia Lozano, llorando, no es novedad. Quien estaba en un estado entre azorada y emocionada era Isa. Se abrazó sinceramente con su madrina. "Es no es el lugar, este no es el sitio", le consolaba con advertencia cariñosa. No había margen para más. Unas miradas, un intercambio de palabras, "qué guapa estás...", pero nada que decir que sobresaltara un titular. "No me hables, después seguimos hablando", le rogaba María a su Isa, nada de enredarse en explicaciones, quizá algún reproche. Las tres partes han cumplido con su palabra, aunque Jorge Javier, guitarra a la espalda, lo ha intentado.
Isabel se lleva a su casa de El Puerto de Santa María una instantánea infantil donde se la ve juguetona y a carcajadas con su madrina, ataviada con un sombrero cordobés. El retrato se caía por el suelo antes de ser rescatado por su nueva dueña, que se lo lleva a su casa, aunque antes le ha dado tiempo a hablar de Supervivientes.
María del Monte, insistimos, no iba a hablar, "pero la educación y el corazón me dicen que si hay que saludar a alguien que se quiere, se hace", vino a decir con un tono de sevillanas lentas en una noche de feria.
El dolor llegaba después en la entrevista a la cantante, que ha perdido a su madre y dos hermanos en apenas unos meses. Confesiones con desgarro de una entrevistada que siempre sabe medir sus expresiones sin que se asome la descortesía.
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