El sorprendente cambio radical de Íñigo Onieva: así le han cazado en su último viaje
Amor, no voy a ir a Qatar
Íñigo Onieva ha viajado a Qatar por motivos laborales. Allí se ha dejado ver mucho más centrado, demostrando que ha cambiado su actitud por Tamara Falcó.
Las primeras palabras de Íñigo Onieva tras reconciliarse con Tamara Falcó: "No he dejado de luchar por ella".
Íñigo Onieva está cambiando. Tras iniciar una segunda oportunidad junto a Tamara Falcó, después de un duro episodio fruto de ponerle los cuernos a la Marquesa de Griñón, el empresario madrileño ha cambiado radicalmente su actitud. Mucho más centrado, Onieva ha sido cazado en su primera escapada laboral tras reconciliarse con la hija de Isabel Preysler. Ha sido precisamente en este primer viaje por motivos de trabajo donde ha demostrado su importante cambio.
Tal y como señala El Programa de Ana Rosa, Íñigo Onieva se ha desplazado hasta Doha, en Qatar, para cumplir con sus compromisos laborales. Allí ha sido fotografiado con gorra y gafas de sol, huyendo de las miradas indiscretas. Completamente concentrado, revisando constantemente el móvil y el ordenador, Onieva no ha querido destinar ni un ápice de su tiempo al ocio desmesurado al que nos tenía acostumbrados.
Sus anteriores viajes "de trabajo" acababan en grandes fiestas sin control, repletas de amigos y muchísimas chicas. Ahora, por el contrario, el empresario está más relajado y centrado en lo que está por venir: la boda con Tamara Falcó. Será en verano y la celebrarán en El Rincón, dándole aún más protagonismo a este espacio tan importante para la marquesa. Sin duda, nos encontramos ante un cambio de estilo de vida de Onieva, que ha decidido madurar y centrarse en lo que de verdad le importa, seguramente fruto de haber sentido lo que supone perderlo.
Además, a través de las redes sociales hemos podido presenciar como Íñigo destinaba sus ratos libres a pensar en Tamara Falcó. El enamorado publicó algunas imágenes del viaje. En una de ellas aparecían dos camellos besándose, algo que seguro le recordó a su futura esposa. Una moderación digna de premio, que deja ver cómo eran ciertas aquellas palabras de arrepentimiento que espetó días después de la fugaz ruptura.
En otro orden de cosas, Íñigo está de lo más implicado en el día a día de Tamara. El empresario ha dejado atrás el mundo de la noche y ha acompañado a la marquesa a sus compromisos religiosos. De hecho, la reconciliación arrancó yendo juntos la Misa del Gallo. Un cambio substancial de la actitud del prometido, que ha decidido, de una vez por todas, asentar cabeza y mirar por un futuro junto a la hija de Isabel Preysler.
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