5 síntomas que indican alergia al sol

Enfermedades

La conocida como ''alergia al sol'' se conoce clínicamente con el nombre de fotodermatosis.

Manual del autobronceador, todo lo que debes saber del mejor aliado para estar morena sin haber tomado el sol. / M. G.
S.B.

29 de mayo 2021 - 19:10

La alergia al sol hace referencia a diferentes tipos de patologías que afectan a la piel y que están relacionadas con una hipersensibilidad en la que interviene el sistema inmunitario,es decir, no es el sol el que da alergia, sino que son diferentes reacciones cutáneas que necesitan de la exposición solar para desarrollarse. Popularmente son conocidas como “alergia al sol” pero, realmente, no es el término clínico correcto. Son fotodermatosis.

Los signos y síntomas de la llamada alergia al sol depende del tipo de fotodermatosis. Las más habituales son las fotodermatosis de irrupción espontánea o causa desconocida (idiopáticas):

  1. Erupción polimorfa solar: Afecta más a mujeres que a hombres de piel clara (fototipo I/IV). Puede aparecer desde la infancia hasta, por lo general, los 30 años. Suelen tener antecedentes familiares. Se presenta de forma característica en la primavera y se atenúa a medida que avanzan los meses de sol y calor. Aparecen lesiones en la piel, generalmente del tórax, (pápulas, papulovesículas, placas, vesiculoampollas o eccema), aunque es cierto que puede sentirse solo picor. Las lesiones que se presentan entre los 30 minutos desde el inicio de la exposición solar hasta varias horas después. Estas lesiones desaparecen entre uno y siete días después sin dejar cicatriz.
  2. Prurigo actínico: Suele aparecer entre los cinco y los diez años, sobre todo en niñas, y desaparece en la pubertad. Los pacientes suelen tener antecedentes familiares. El prurigo actínico se presenta con una erupción que puede permanecer todo el año pero que empeora en verano. Se presenta como pápulas y nódulos abiertos (excoriados), muy pruriginosos y, normalmente, con eccema, liquenificación y costras.
  3. Dermatitis actínica crónica engloba el eccema fotosensible, reticuloide actínico, reactividad persistente a la luz y dermatitis por fotosensibilidad: Tiene un inicio insidioso. Se diagnostica con mayor frecuencia en varones de edad avanzada y comienza con picor en cara, cuello y dorso de manos. El picor evoluciona a lesiones eccematosas, pápulas y pacas infiltradas que pueden aparecer en zonas expuestas pero que se presentan más adelante en áreas normalmente cubiertas por la ropa.
  4. Hidroa vacciniforme de Bazin: Es muy infrecuente y suele aparecer en niños hasta los diez años con fototipo claro I/II. Suele coexistir con dermatitis atópica. Aparece eritema, normalmente en la cara, después de la exposición solar larga que evoluciona a vesiculoampollas y dejan cicatrices al curar. Puede haber fiebre y malestar general.
  5. Fotosensibilización por sustancias químicas (exógenas o endógenas): porfirias, fotoalergias y fotosensibillidad: Aparecen lesiones compatibles con una quemadura solar exagerada, sin proporción entre la intensidad de la exposición solar y la de las lesiones. En la zona expuesta al sol puede haber eritema, edema, vesículas, ampollas, hiperpigmentación, quemazón, escozor y prurito. Si la casusa es fotoalérgica aparecen placas eccematosas con descamación y vesiculoampollas de inicio insidioso y picor.

TRATAMIENTOS

El tratamiento debe ser adecuado al tipo de fotodermatosis:

- Erupción polimorfa solar: Evitar la exposición solar y utilizar protectores solares de amplio espectro. En casos graves se pueden plantear la fotoquimioterapia profiláctica en dosis bajas. En pacientes en los que no se controle la erupción con estas medidas se pautará un tratamiento tópico con corticoides o un ciclo corto de corticoides vía oral.

- Prurigo actínico: Se recomienda cubrir la piel, evitar la exposición solar y utilizar fotoprotectores de amplio espectro. También se pauta la talidomida en ciclos intermitentes a dosis bajas.

- Dermatitis actínica crónica: Se prescriben fotoprotectores de pantalla total y bajo potencial alergénico.

- Urticaria solar. El tratamiento se basa en evitar la exposición al sol y en utilizar fotoprotectores de amplio espectro.Para ayudar a la habituación de la piel (fenómeno de hardening) un mes antes se puede pautar un tratamiento de antihistamínicos y betacarotenos vía oral.

- Hidroa vacciniforme de Bazin: Es muy infrecuente y suele aparecer en niños hasta los diez años. Suele coexistir con dermatitis atópica. Hay que evitar la exposición solar y se suele plantear la fotoquimioterapia profiláctica en algunos casos.

-Fotosensibilización por sustancias químicas (exógenas o endógenas): Eliminar la sustancia que causa los síntomas es el tratamiento principal aunque se debe vigilar una posible cronificación. Los fotoprotectores solares no protegen frente a la fotosensibilización por sustancias químicas. Por ejemplo, si se sigue un tratamiento con antibióticos se debe evitar la exposición solar durante el tratamiento y hasta tres días más tarde de finalizarlo.

Prevención de la alergia al sol

Utilizar fotoprotectores solares que protejan la piel de la exposición solar, adecuados al tipo de piel y al estado de salud; y evitar la exposición solar, incluso con ropa que cubra brazos y piernas además de sombreros, son las medidas principales de prevención frente a una posible fotodermatosis.

También es importante recordar que si se sigue un tratamiento con antibióticos no se debe tomar el sol o estar expuesto a la luz sola durante el tratamiento y hasta tres días después de finalizarlo.

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