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No pica, ni causa malestar, mas allá de los síntomas parecidos a los de un resfriado como fiebre, dolor de cabeza y malestar en general. Se presenta con una ligera rojez en la cara, parecida al estado en el que se te queda la piel cuando te dan una bofetada. Por eso, coloquialmente se le conoce como enfermedad de la bofetada, aunque su nombre original es eritema infeccioso o megaloeritema.
Es una enfermedad viral que se da con bastante frecuencia en la infancia, más o menos en edades entre 5 y 14 años y es causada por el parvovirus B19. Se caracteriza por una erupción facial de color rojo, con sensación de ardor y que se parece a una bofetada en la mejilla. Aunque generalmente es leve y autolimitada, puede causar complicaciones en personas con sistemas inmunológicos debilitados o en mujeres embarazadas ya que corren el riesgo de pasarle la enfermedad al feto, si antes no la han contraído.
La enfermedad de la bofetada comienza básicamente con síntomas parecidos a los de un resfriado a los que se une una erupción facial roja parecida a la secuela de una bofetada, la cual puede extenderse al tronco, los brazos y las piernas. Aun así y dada su apariencia de sarpullido, no suele picar, ni causar malestar.
Afecta principalmente a niños en edad escolar, aunque también puede ocurrir en adultos. Es más común durante los meses de invierno y primavera. No existe un tratamiento específico para la enfermedad de la bofetada, ya que generalmente es una patología leve y autolimitada, así que no hay medicación más allá de los analgésicos de venta libre, como el paracetamol, ni otros para aliviar la fiebre y el malestar. Lo que sí es importante es que el niño esté hidratado y que tenga un buen descanso durante la enfermedad.
Esto será durante los 7-10 días que dura la enfermedad hasta que desaparezca por sí sola. Durante este tiempo, ya no es contagiosa porque una vez que aparece la erupción, deja de serlo. Según la pediatra Lucía Galán Bertrand, más conocida mediáticamente como Lucía, mi pediatra: "Es contagiosa en el periodo de incubación que suele durar entre una y tres semanas".
Es importante que, aunque no haya probabilidades de contagio, los niños enfermos eviten el contacto cercano con mujeres embarazadas, personas con sistemas inmunológicos debilitados y recién nacidos, ya que estas personas pueden correr un mayor riesgo de complicaciones si contraen la enfermedad.
Según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, el principal agente contagioso de la enfermedad de la bofetada es el parvovirus B19. Es muy contagioso y exclusivamente humano, es decir, que no se puede contagiar de animales a humanos y viceversa. La enfermedad dura unos días, aproximadamente una semana y por el momento no hay una vacuna que remedie esta enfermedad.
Así que si hay contagio lo que más aconsejan los profesionales sanitarios es que se lleve una buena higiene personal, además de optar por otras medidas que ayudarán a evitar que el virus se propague como son las ya conocidas porque las interiorizamos con el Coronavirus, lavarse las manos y cubrirse la boca y nariz al toser y estornudar.
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