Un dispositivo inyectable para acabar con el dolor crónico sin cirugía
investigación
Los electrodos ultrafinos del dispositivo empiezan a enviar pequeñas corrientes eléctricas a la médula espinal, que interrumpen las señales de dolor
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El dolor es un síntoma habitual que toda persona experimenta a lo largo de la vida. Este síntoma incómodo es soportable cuando no se prolonga en el tiempo, en cambio, su padecimiento crónico se convierte en una pesadilla que afecta a otros ámbitos vitales: al área personal, familiar, laboral y ocio etc. En España el dolor de espalda, y en concreto el dolor lumbar crónico, están a la cabeza de los problemas más frecuentes de salud en la población, según datos del Informe Anual del Sistema Nacional de Salud. Ahora, un equipo de ingenieros y médicos de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, ha desarrollado un dispositivo ultrafino e inflable que puede utilizarse para tratar las formas más graves de dolor sin necesidad de recurrir a la cirugía invasiva, según publican en la revista Science Advances.
Al combinar la eficacia clínica de los dispositivos quirúrgicos y la facilidad de implantación de los dispositivos de cerradura, el dispositivo desarrollado por Cambridge podría ser una solución eficaz y a largo plazo para el dolor intratable, que afecta a millones de personas en todo el mundo. La estimulación de la médula espinal (EME) es una opción para quienes padecen dolor de espalda intratable u otros tipos de dolor neuropático, pero a pesar de su eficacia, su uso es limitado, ya que sólo se realizan 50.000 procedimientos al año en todo el mundo.
Ahora, este dispositivo desarrollado por investigadores de la Universidad de Cambridge, utiliza una combinación de técnicas de fabricación robótica blanda, electrónica ultrafina y microfluídica. Se trata de un implante extremadamente fino -aproximadamente del ancho de un cabello humano- que puede enrollarse en un minúsculo cilindro, insertarse en una aguja e implantarse en el espacio epidural de la columna vertebral, la misma zona donde se administran las inyecciones para controlar el dolor durante el parto.
Una vez colocado correctamente, el dispositivo se infla con agua o aire para que se desenrolle como un diminuto colchón de aire, cubriendo una amplia sección de la médula espinal. Cuando se conecta a un generador de impulsos, los electrodos ultrafinos empiezan a enviar pequeñas corrientes eléctricas a la médula espinal, que interrumpen las señales de dolor.
El dispositivo de SCS más eficaz en uso clínico es un dispositivo de tipo paleta, que cubre una amplia zona de la médula espinal, pero es voluminoso y requiere una cirugía invasiva bajo anestesia general. El otro tipo de dispositivo puede implantarse con una aguja y sólo requiere anestesia local, pero cubre una zona más pequeña y es menos eficaz clínicamente que el dispositivo tipo paleta.
"Nuestro objetivo era crear algo que fuera lo mejor de ambos mundos: un dispositivo clínicamente eficaz pero que no requiriera una intervención quirúrgica compleja y arriesgada - explica el doctor Christopher Proctor, del Departamento de Ingeniería de Cambridge, el otro autor principal del artículo -. Esto podría ayudar a llevar esta opción de tratamiento que cambia la vida a muchas más personas".
¿Cuáles podrían ser sus aplicaciones en la medicina?
Para el desarrollo del dispositivo, los investigadores utilizaron una combinación de técnicas: electrónica flexible utilizada, diminutos canales de microfluidos y materiales que cambian de forma. Así, el dispositivo creado tiene únicamente 60 micrones de grosor y tras su implantación se amplía y cubre una amplia zona.
"La electrónica de película delgada no es nueva, pero la incorporación de cámaras de fluido es lo que hace que nuestro dispositivo sea único, esto permite que se infle en forma de paleta una vez que está dentro del paciente", destaca el doctor Christopher Proctor.
Así, una de sus características es la adaptabilidad. "La forma en que hacemos el dispositivo significa que también podemos incorporar componentes adicionales; podríamos agregar más electrodos o hacerlo más grande para cubrir áreas más grandes de la columna con mayor precisión", añadió el doctor Barone. Por tanto, podría hacer que este dispositivo fuera efectivo en diversos tratamientos, como en el caso de accidentes cerebrovasculares o en la enfermedad de Parkinson.
La herramienta podría ser una solución eficaz a largo plazo. No obstante, "se requerirán pruebas exhaustivas y ensayos clínicos antes de que el dispositivo pueda usarse en pacientes".
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