15 años de Regidor Perpetuo: el rito del bastón en la Semana Santa de San Fernando y los prolegómenos de la Noche de La Isla

En el próximo mes de junio se cumplirán ya 15 años de la concesión del título de Regidor Perpetuo de la ciudad de San Fernando a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, un reconocimiento que vino a concretar y a poner de manifiesto la inmensa devoción que los cañaíllas profesan desde tiempos históricos a esta imagen anónima que tradicionalmente se considera como el Señor de La Isla.

Desde poco después aquel día histórico, cada mañana de Jueves Santo, en la antesala de la salida procesional de la hermandad, se celebra dentro de la Iglesia Mayor Parroquial un peculiar acto que, en cierto modo, revive ese momento en la antesala de la Noche isleña. El Ayuntamiento, en una ceremonia sencilla pero cargada de significado, hace entrega a la hermandad del bastón de mando propio del regidor, que se deposita en el paso a los pies de Jesús Nazareno. A la noche procesionará bajo la imagen del Nazareno, soportado en las manos de un pequeño angelito que se incluyó con esta finalidad en el conjunto.

El acto, que reúne a numerosos hermanos y devotos y en el que se pronuncian emotivos discursos tanto por parte de la hermandad como de la alcaldesa, se ha convertido en un momento de lo más especial al encargarse, digamos 'oficialmente', de abrir las vísperas de la madrugada del Viernes Santo en San Fernando.

El rito del bastón, como se ha dado en llamar este peculiar momento de la Semana Santa isleña, pone cada año ese vínculo especial que existe entre La Isla y la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno y demuestra a la perfección que uno no podría entenderse sin el otro. Una relación que perdura en el tiempo y que se manfiesta cada Semana Santa en ese 'encuentro' entre los isleños y su gran devoción pasional que evoca la salida procesional en sí misma.

El reconocimiento de Regidor Perpetuo de la Ciudad fue una distinción largamente esperada y acariciada por los hermanos de la cofradía, que finalmente se materializó en un año muy especial para la ciudad: el año del Bicentenario. Aquel día fue una salida histórica que muchos isleños tiene todavía grabada a fuego en su memoria y en sus corazones. Cada 26 de junio, además, la hermandad lo recuerda con un acto de veneración extraordinaria.