Más de 2.000 ventanas de papel con vistas al cine
José Ramón García acumula una envidiable colección de carteles de películas y ahora ultima el lanzamiento de un libro sobre los inicios deel cinematógrafo en San Fernando
Una exposición sobre el cine de terror a partir de sus carteles originales para abrir boca para Halloween en San Fernando
San Fernando/Hay aficiones que nos acompañan durante toda la vida y que no tardan en convertirse en parte imprescindible de nuestra propia forma de entender el mundo. Y eso es lo que le ha pasado al isleño José Ramón García con el cine, al que ha hecho protagonista de su película vital. Este filólogo y profesor, que recientemente se retiró de la docencia, posee una envidiable colección de carteles de cine que supera los 2.000 ejemplares y que abarcan todas las décadas del Séptimo Arte. Además, el coleccionista ultima la presentación del libro Inicios del cinematógrafo en San Fernando, que le ha ocupado años de investigación.
Recientemente, una muestra de su colección pudo admirarse en el centro de congresos de San Fernando como parte de la exposición El género de terror en el cine, una iniciativa vinculada al último Halloween que vio la luz con el apoyo del Ayuntamiento isleño. En dicha ocasión, la selección pasó por películas como Los Pájaros, Psicosis, La Semilla del Diablo, Tiburón o El Exorcista y por directores como Hitchcock, Polanski, Spielberg o Friedkin.
García nos recibe en su hogar, allí cada rincón esconde un artículo que nos remite al cine, ya sean DVDs y Blue Rays, libros teóricos, cartelería, juguetes ópticos, porgramas de mano o cámaras. Mientras habla, a su espalda preside el salón un cartel enmarcado de Con la muerte en los talones, uno de los grandes éxitos de su director predilecto: el omnipresente Alfred Hitchcock. Nos revela que, por suerte, su afición es compartida por su esposa e hijos, algo que facilita mucho dedicarle tiempo y recursos al cine y su investigación.
El inicio de una pasión, muy lejos de casa
Curiosamente, el flechazo por el mundo del cine de este coleccionista e investigador no se produjo en San Fernando. García, de padres isleños, nació en Brasil y cuando tenía un año de edad su familia se mudó a Pretoria (Sudáfrica), donde permaneció hasta que cumplió los ocho años.
“La televisión no había llegado a Sudáfrica todavía y yo heredé de mi padre numerosas aficiones como la filatelia, la numismática o la fotografía. De hecho, el cuarto de baño de casa actuaba a menudo como laboratorio de fotografía en el que mi padre y yo revelábamos fotografías. De ahí me viene el amor por la imagen. Y las únicas que veía en movimiento erán las películas en Super 8 que proyectaban en una sábana blanca en mi casa. Imagínate la experiencia tan impresionante que fue para mi ir al cine y ver una película en pantalla grande. El estreno del musical Oliver en 1968 me marcó y mi padre me regaló un rompecabezas de madera de la película que aún conservo enmarcado en el salón, que monté y desmonté innumerables veces de niño y que bien puedo ser el inicio de mi coleccionismo”, señala el cinéfilo.
Por los cines y las marquesinas de La Isla
La cercanía de las salas de cine ha sido una costante para García. “Cuando mi familia regresó a San Fernando mi abuela vivía en Santa Teresa de Jesús, muy cerca del Cine Madariaga, y además yo frecuentaba el resto de cines de la ciudad, como Almirante, Alameda o Carraca. Incluso hubo unos años de mi juventud que nos mudamos a Zaragoza y allí también vivimos en Zaragoza al lado de los cines Roxy. Me obsesionaba ver películas y aprender sobre ellas. Aún recuerdo como cada sábado iba a la Papelería Piorno, en la calle Real, con mi padre para recoger mi fascículo de la Enciclopedia del Cine”, detalla el coleccionista.
Durante su juventud, este isleño no tardó en estar al quite de cuándo y cómo se movían los carteles que anunciaban los estrenos para ir haciéndose con su preciado botín. “Empiezas a saber a las horas a las que los repartidores colocaban los carteles en las marquesinas y vas incluso adquiriendo confianza con ellos para que te regalen carteles sobrantes o aquellos cuya utilidad ha pasado. También barrí muchas pipas en las salas de cine isleñas, en esos tiempos en los que permitían en los cines fumar y comer pipas, a cambio de llevarme a casa algún que otro cartel”, indica el cinéfilo.
Este isleño delimita la edad de oro de la cartelería cinematográfica en España en torno a los años 50 y 60, décadas en el que ilustradores como Jano, Escobar, Soligó o Macario Gómez Quibus ‘Mac’ hacían verdadera magia en sus coloridas composiciones.
Un patrimonio que compartir
García explica que lo que empezó con un pequeño grupo de carteles derivó con el paso de los años en un coleccionismo en toda regla, conforme su capacidad adquisitiva le fue permitiéndocomprar ejemplares e intercambiarlos con otros coleccionistas, incluso con algún que otro director de cine.
“Llega el momento en el que eres consciente de que cada cartel tiena una historia detrás y que acumulas un auténtico patrimonio que te apetece compartir con otras personas. No es lo mismo tenerlos en casa que compartirlos a través de una exposición”, afirma el cinéfilo.
Y esta primera exposición tuvo lugar entre los pasados 22 de octubre y 2 de noviembre en el centro de congresos. “Hace un año propuse al Ayuntamiento aprovechar Halloween para dedicar una exposición de cartelería al cine de terror y lo cierto es que todo fueron facilidades por parte de la concejala de Cultura, Pepa Pacheco”, explica García.
Una vez despertado este gusanillo por las exposiciones, el coleccionista adelanta que ya trabaja en los preparativos de una nueva muestra integrada por carteles del que es su ilustrador favorito: Josep Soligó.
También ha ido haciendo partícipes de esta afición a sus alumnos durante su trayectoria como docente, cuyas últimas dos décadas trascurrieron en el IESLas Salinas, del que llegó a ser subdirector, y para el que creó una asignatura optativa sobre la eduación en valores a través del cine, en la que utilizaba artilugios como el zootropo y otros juguetes ópticos para amenizar las clases.
Entre el cinematógrafo y el Cine Alameda
De manera inminente García presentará su libro Inicios del Cinematógrafo en San Fernando. En esta obra el cinéfilo culmina un trabajo de investigación que le ha llevado más de diez años y que no ha bebido de fuentes ajenas. “El libro nace de un trabajo de investigación propio, de muchas horas consultando el Archivo Municipal, y abarca desde 1899, cuando un cinematógrafo ilumina por vez primera la pantalla del teatro de Las Cortes en una proyección pública para despedir el año, hasta el año 1929, en el que las primeras películas sonoras llegan al Cine Salón en San Fernando”, puntualliza el investigador.
García afronta con mucha ilusión el lanzamiento de este libro, el primero escrito en solitario y que estará dedicado a su esposa, que llega tras muchos años de haber firmado artículos en revistas especializada de tirada nacional.
Lejos de conformarse, el también escritor está terminando de elaborar un libro sobre la tauromaquia en el cine y se encuentra inmerso en el rodaje de un documental sobre el antiguo Cine Alameda, que este año fue adquirido por el Ayuntamiento tras dieciséis años sin uso y tras una etapa en la que acogió un bingo. “Actualmente estoy entrevistando a personas cuyos testimonios son valiosos para entender los 25 años que este edificio fue un cine para San Fernando. El día en el que se anunció su recuperación fue muy especial para mi y no descarto que este documental dé también lugar a un libro”, detalla el coleccionista.
Con esta cantidad de proyectos en el horizonte, y otros muchos más que a buen seguro se irán sumando, este isleño contagia su amor por el cine con una facilidad pasmosa. Todo sea por ir sumándo títulos de crédito a la apasionante película de su vida.
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