Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
La financiación autonómica, ¿Guadiana o Rubicón?
Retratos de un año en Cádiz
San Fernando/2022 ha sido al fin el año del tranvía. El gran proyecto planteado dos décadas atrás por la Junta de Andalucía con el entusiasta apoyo de los Ayuntamientos de San Fernando y Chiclana se ha hecho por fin realidad después de 16 años de obras, innumerables vicisitudes, retrasos y fechas incumplidas que han dejado a lo largo de más de tres lustros un largo reguero de titulares...
Aunque su puesta en marcha ha supuesto también una de las mayores inversiones acometidas en la Bahía: 267 millones de euros. Y la buena acogida que nada más arrancar ha tenido el Trambahía –que así se llama este nuevo medio de transporte bimodal que hace uso tanto de la vía del tren como de la plataforma tranviaria– ha hecho que rápidamente se olvidaran los muchos inconvenientes y problemas que el proyecto ha arrastrado durante su ejecución para poner el foco en su potencial y en sus enormes posibilidades. Esta misma semana, de hecho, conseguía superar la cifra de los 300.000 usuarios desde su puesta en funcionamiento, un dato muy positivo si se tiene en cuenta que ni siquiera hace dos meses de su inauguración.
En La Isla, que ha sido la ciudad de la Bahía en la que más impacto han tenido las obras, tanto el comercio como la hostelería (entidades como Acosafe, Hisafe y Asihtur), no han tardado en señalar la "oportunidad" que brinda el tranvía al discurrir por toda la calle Real en su camino entre Chiclana y Cádiz, lo que convierte al centro de San Fernando en "todo un escaparate" que se sitúa en el centro mismo de un recorrido que a diario hacen de media más de 6.000 habitantes de la Bahía (por ahora, porque se espera que el número de usuarios siga creciendo).
Una tesitura que hay que saber aprovechar, claro. Acosafe (Comercio), en este sentido, instaba al sector a ponerse manos a la obra para convertir la calle Real "en el centro comercial" de la Bahía gracias al tranvía, que podría llegar a ser ese revulsivo que tanto tiempo llevan esperando.
Pero esa buena acogida que ha tenido el tranvía, a pesar del escepticismo del que se partía, se refrenda también con los datos que maneja la Consejería de Fomento y la Agencia de Obra Pública. Solo en la primera semana de su puesta en marcha se contabilizaron 31.841 viajeros, lo que supuso una media diaria de casi 5.000 viajeros por día. Un dato que, para tratarse de los momentos iniciales del servicio, se consideraba ya todo un éxito.
A mediados de noviembre, antes siquiera de cumplir su primer mes en circulación, el Trambahía había conseguido superar los 100.000 usuarios. Y dos semanas después superaba los 200.000 pasajeros con un promedio de 6.147 usuarios por día desde su inauguración.
Ahora, a punto de cumplirse dos meses de su puesta en marcha, ha superado la cifra redonda de los 300.000 viajeros. En concreto, la cifra de pasajeros transportados entre el 26 de octubre y el 14 de diciembre asciende a 303.699 usuarios, lo que equivale a un promedio de 6.153 usuarios al día.
Para la Consejería de Fomento, estos datos ponen de manifiesto que "se ha consolidado ya una base de clientes estable, con un promedio diario que supera los seis mil usuarios al día". Hasta 7.000, incluso, si se tienen en cuenta los datos de esta semana.
Conforme al comportamiento de la demanda, la estimación que hace el Trambahía de cara al cierre del año 2022 (es decir, datos acumulados desde 26 de octubre a 31 de diciembre) rondaría los 417.000 viajeros, dato que equivaldría a una media diaria de 6.278 pasajeros días.
El tranvía, en todo caso, apenas lleva dos meses de vida, por lo que requiere de más tiempo de funcionamiento para poder definir con mayor precisión el comportamiento y las dinámicas de la demanda. Las estadísticas, no obstante, anotan por ahora una cifra media de usuarios por mes que ronda los 195.000 pasajeros y la media diaria supera las 6.200 personas.
Ni siquiera los incidentes puntuales registrados durante el tiempo que el tranvía lleva en marcha –entre ellos, dos unidades que por problemas técnicos se quedaron paradas en Río Arillo y en La Ardila, por lo que los pasajeros se tuvieron que desplazar a pie hasta los apeaderos más próximos– llegan a empañar lo que a todas luces resulta un balance muy favorable. Sobre todo, porque resulta evidente que la gente está haciendo uso del tranvía, gracias también en gran medida a la gratuidad que se aplica al transporte con el abono de Renfe, que ha ayudado sin duda desde el primer día a ese encaje que el Trambahía ha tenido en la Bahía.
Entre los usuarios, hay de todo: estudiantes, ciudadanos que trabajan en las localidades vecinas y prefieren ahorrarse el coche y los problemas de aparcamiento, personas que tienen que acudir al hospital o a resolver gestiones en la capital... Y también los que simplemente ven en el tranvía un atractivo para darse una vuelta y pasear por la ciudad de al lado.
2023 será, sin embargo, será un año decisivo para comprobar si ese tirón inicial del tranvía no solo se mantiene en el tiempo sino también si las cifras de viajeros continúan al alza para llegar a esos tres millones al año que se prevén cuando el servicio se consolide y que –como advirió el presidente de la Junta, Juanma Moreno, el día de la inauguración– equivalen a 1.125.000 vehículos que se retirarían de la circulación, con el consiguiente beneficio ambiental que ello conlleva.
El proyecto tendrá además que resolver en estos meses algunos de los temas que sigue teniendo pendientes, como la construcción de la pasarela peatonal de la parada de Tres Caminos o la puesta en marcha de la subestación eléctrica de Janer, que garantizará el suministro eléctrico de este transporte.
El tranvía, en todo caso, trata de dar respuesta a un viejo anhelo de Chiclana al facilitar su conexión con la vía férrea desde el apeadero de Río Arillo, que se ha convertido en un eje clave al articular las correspondencias con los trenes de Cercanías que realizan el trayecto entre Cádiz y Jerez. Eso permite a un vecino de Chiclana tomar el tranvía para luego hacer transbordo en el tren de Cercanías y llegar, por ejemplo, hasta el aeropuerto de Jerez. Desde esta localidad, no obstante, se echa en falta una mayor frecuencia de paso del Trambahía. Y en el caso de La Isla, que es la ciudad en la que mayor impacto ha tenido durante todos estos años de obras y preliminares, la puesta en marcha del tranvía supone la terminación del proyecto de mayor envergadura y también el más controvertido que jamás haya afrontado la ciudad. Se trata de una actuación que sin duda ha condicionado el desarrollo de la localidad en estos últimos 16 años y que ahora –después de tantos retrasos, tanta polémica y tanto hartazgo ciudadano– se espera que verdaderamente dé el resultado anunciado y sirva para ofrecer ese "escaparate" a la Bahía del que hablan comerciantes y hosteleros. "Bien está lo que bien acaba", que dijo el presidente andaluz el día de la inauguración.
Con la puesta en marcha del tranvía, en La Isla ha aflorado otra cuestión: la necesidad de conciliar la celebración de eventos, fiestas y actividades diversas que tienen por costumbre y tradición tomar la calle Real como escenario, lo cual es perfectamente normal habida cuenta de que se trata de la arteria principal de la ciudad, cuya importancia es incluso más social que económica en estos tiempos.
Y no se trata, precisamente, de la Semana Santa, aunque este pueda llegar a ser el ejemplo más representativo y del que más se ha hablado en estos años (hay incluso un compromiso explícito desde que se planteara el proyecto para que el tranvía no afecte a los tramos de la calle Real por donde procesionan las hermandades y donde se instala la Carrera Oficial). Nada más arrancar, el Trambahía tuvo que suspender y modificar el servicio ante la celebración de Halloween, que llena de gente el centro de San Fernando. Y semanas después volvió a ocurrir con el alumbrado navideño. Otras iniciativas, sin embargo, se han desplazado a ubicaciones alternativas para dejar vía libre al tranvía: ocurrió con la Feria Solidaria de Cortadores de Jamón –otro evento multitudinario– y con la Caravana Solidaria de los Reyes Magos.
Pero, ¿cómo regular eso?, ¿qué eventos reubicar o cuáles permitir?, ¿hasta qué punto puede pararse el tranvía cada vez que en La Isla haya alguna historia?... El Ayuntamiento de Chiclana ha pedido ya que estas suspensiones del servicio sean las menos posibles puesto que condicionan directamente el uso del tranvía por parte de sus vecinos a la hora de desplazarse a Cádiz o de enlazar con las correspondencias con los trenes de Cercanías en Río Arillo.
El tema se ha abordado incluso esta semana en la reunión de la comisión mixta del tranvía, donde la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento isleño han pactado un estudio para intentar cerrar un acuerdo al respecto.
A la puesta en marcha del tren-tranvía en 2022 después de superar los últimos escollos administrativos la Junta de Andalucía ha sumado también a ampliación de la flota con tres nuevas unidades cuya construcción se ha adjudicado este mismo año –en el pasado verano– a la empresa Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) por más de 30,8 millones de euros. Este nuevo contrato, que permitirá al Trambahía contar con 10 vehículos en total para hacer frente al servicio, se financia en su integridad con fondos React-EU para la Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa. El objetivo es llegar a los tres millones de usuarios anuales a partir del tercer año de la explotación comercial.
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