50 años del 'fenómeno joven' en la hermandad de la Misericordia de San Fernando
La cofradía estrena el documental de Pablo Blázquez 'Raíces de Misericordia' en el que se rescata la historia de su grupo joven
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San Fernanado/Pararse a celebrar los 50 años de historia de un grupo joven -o junta auxiliar, que ya eso depende de la edad- tiene mucho sentido. Vamos, que no es un aniversario más en una hermandad. No debería, desde luego.
Misericordia, que anda también inmersa en la celebración del medio siglo de su Virgen de la Piedad, ha sabido hacerlo con el pretexto de un documental, un trabajo audivisual de Pablo Blázquez Conejero. El estudiante de Periodismo -al parecer todavía queda alguno- bucea con acierto entre viejas fotos, libros de actas y testimonios de varias generaciones para explicar qué significa eso de pertenecer un grupo joven ya fuera en aquellos primeros años de los 70, en el boom cofrade de los 80, en los espectaculares 90 o en las décadas del nuevo siglo (ahí ya me pierdo).
Probablemente, si usted alguna vez formó parte de la juventud de una hermandad -ya fuera bajo la denominación de grupo joven o de junta auxiliar- no harán falta más explicaciones, porque eso deja huella y, además, muchos recuerdos de esos que no se olvidan y amistades para toda la vida. Doy fe, que yo también fui joven (aunque muchos -y con razón- no se lo crean).
La virtud de Raíces de Misericordia, que así se llama el documental, es avivar y dar forma a esa memoria, contar su historia. Porque sí, es cierto, hablamos aquí del grupo joven de la hermandad de la Misericordia y de su historia: su fundación, sus presidentes, sus logros, aquel azulejo que se puso en la calle Ancha, el guion que se estrenó un Jueves Santo, su Pregón de la Juventud, que es toda una seña de identidad de la Cuaresma isleña...
Pero en el fondo todos los grupos jóvenes se parecen y, allá por los 70, fueron creándose uno tras otro para cambiar por completo el panorama de las cofradías de La Isla al abrir las puertas de las casas de hermandad -bueno, de los almacenes, que por entonces es lo que había- a las nuevas generaciones e inyectando una dosis de vitalidad hasta entonces desconocida a la Semana Santa. Los efectos de aquello -podría decirse- todavía perduran hoy ya que muchos de esos jóvenes todavía andan por las juntas de gobierno. Hay ejemplos de sobra y, además, tienen cuerda para rato.
Así que Pablo Blázquez cuenta la historia del grupo joven de la Misericordia tirando de las fuentes y poniéndoles el micro para que cuenten en un saludable ejercicio de periodismo que desprende un gran cariño hacia la cofradía del Jueves Santo sin incurrir en el proselitismo. Pero a la vez, aunque no lo haya pretendido, cuenta también la historia del fenómeno 'joven' que vino a revolucionarlo todo y que, junto a la incorporación de la mujer a los cortejos procesionales, supuso uno de los grandes cambios sociales que ha convertido a la Semana Santa en lo que hoy es.
Haber pertenecido a un grupo joven deja marca...
La médida del éxito de esta conmemoración del 50 aniversario del grupo joven de la hermandad de la Misericordia, que se incluye en la efeméride de su dolorosa, la dio el propio acto que se celebró en la tarde del viernes en el centro de congresos. La asistencia superó todas las previsiones y la sala que la cofradía había reservado para esta cita incluida en el Aula de Formación 'Daniel Nieto Vázquez' se quedó pequeñísima. Eso es bueno. Ya lo hemos dicho, haber pertenecido a un grupo joven deja una huella que perdura para siempre... Y eso se notó en el acto. Allí estaban muchos de los que en algún momento han formado parte de esa juventud para recordarlo. Fue entrañable, la verdad. Por eso, qué duda cabe, es siempre un acierto celebrar un aniversario que rescata y tiende puentes entre varias generaciones para reunirlas una vez más en torno a su hermandad.
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