San Fernando
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La Academia de San Romualdo arranca el nuevo curso con una mirada a las enfermedades olvidadas

Jorge Alvar, investigador del Centro Nacional de Medicina Tropical del Instituto Carlos III, aborda la situación de las ETD en la sesión inaugural de la institución de San Fernando

La escritora Nélida Leal da lectura a la obra ganadora del Concurso de Cuentos Puente Zuazo en la Academia de San Romualdo

José Carlos Fernández Moreno, distinguido como Académico de Honor de San Romualdo

Conferencia del doctor Jorge Alvar en la Academia de San Romualdo de San Fernando. / Ayuntamiento San Fernando
Arturo Rivera Barrera

11 de octubre 2023 - 14:02

San Fernando/El doctor Jorge Alvar Ezquerra, que en la Real Academia Nacional de Medicina ocupa el mismo asiento que Gregorio Marañón y que desde hace años es jefe de área en el Centro Nacional de Medicina Tropical del Instituto de Salud Carlos III, fue el encargado el pasado martes de dar la conferencia inaugural del nuevo curso en la Academia de San Romualdo.

Con este acto -que incluyó también la entrega del título de Académico de Honor a José Carlos Fernández Moreno y la lectura de la obra ganadora del Certamen de Cuentos Puente Zuazo por parte de su autora, Nélida Leal- la institución cultural retomó su actividad cultural tras el paréntesis veraniego.

La investigación como herramienta esencial en la eliminación de las enfermedades desatendidas fue el explícito título elegido por Jorge Alvar para una conferencia en la que vino a contar al público en el auditorio del centro de congresos lo que ha sido el trabajo que ha centrado su carrera profesional: las ETD, las enfermedades tropicales desatendidas que afectan a los países en situación de mayor vulnerabilidad dada la falta de recursos y de cobertura sanitaria.

De hecho, su presentador, el eminente doctor Antonio Campos, se refirió a su campo de estudio -y especialmente a sus estudios sobre Leishmaniasis- como el de los investigadores "con batas y botas" dado el ámbito geográfico en el que ponen en foco en sus estudios, en países sin desarrollar.

Se trata, además, de enfermedades desatendidas y también desconocidas para la inmensa mayoría de las personas que habitan en los países desarrollados. De ahí que también se le llamen las enfermedades olvidadas.

Las ETD, en definitiva, abarca "a toda esa pléyade de enfermedades de la gente más vulnerable, de la gente más pobre, de los que no tienen voz política", precisó el ponente, que apuntó que estas enfermedades -hace dos décadas- afectaban de 1.500 a 1.600 millones de personas.

Jorge Alvar, durante la conferencia pronunciada en San Fernando. / Ayuntamiento San Fernando

"Una de cada cinco personas del planeta tiene alguna de estas enfermedades. Son enfermedades de transmisión en zonas remotas, de difícil acceso, donde la población no tiene acceso a los sistemas de salud. Y son enfermedades que, como no dan réditos políticos, los gobiernos no las tienen en cuenta en sus agendas de salud. Se priorizan otro tipo de enfermedades más urbanas y estas se quedan completamente abandonadas", explicó el doctor Jorge Alvar.

El experto del Centro Nacional de Medicina Tropical señaló igualmente "el gran estigma" que suponen para las personas afectadas. "Son enfermedades que segregan, que matan... Y desde el punto de vista social del mundo nuestro, del mundo occidental, no las percibimos como riesgo porque no viajan. No crean alarma social en nuestro mundo. Y la industria farmacéutica no invierte en ellas porque no hay retorno. Y el mundo académico tampoco se interesa por ellas y, sin embargo, pueden estar afectando a millones de personas", explicó.

Desde su experiencia personal a partir de 2004, el año en el que empezó a trabajar con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Alvar fue relatando a lo largo de la conferencia que ofreció en la Academia de San Romualdo los avances que se han ido dando a lo largo de las últimas dos décadas para luchar contra las ETD, la mayor concienciación por parte de las instituciones, los importantes compromisos adquiridos, los logros conseguidos... Porque sí, afirmó, a pesar del dramático punto de partida "hay motivos para el optimismo".

Ahí, en ese contexto, situó la aparición de la DNDi (siglas en inglés de la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas) -ONG precisamente, galardonada con el Premio Princesa de Asturias a la Cooperación Internacional, que recibirá la próxima semana- y la mayor sensibilidad e implicación de la industria farmacéutica que se ha conseguido en la lucha contra estas enfermedades. Sobre esa "alianza" y ellos cambios conseguidos habló también Jorge Alvar.

"Se ha conseguido que de aquellos 1.500 millones de personas afectadas, 500 millones ya no requieren de estos programas, están fuera de riesgo de transmisión. Se ha conseguido que se eliminen esas enfermedades como problema de salud pública en 40 países", apuntó.

"Los que nos dedicamos a la cooperación internacional siempre hemos reivindicado que la investigación es la esencia para una cooperación estable, no sustitutoria. Si queremos establecer puentes que sean definitivos hay que hacerlo a través de la investigación, creando infraestructuras y redes de científicos... Y eso es lo que no subvenciona ninguna agencia estatal de cooperación. Y es un problema", defendió también el ponente al reflexionar sobre la situación de las ETD.

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