Andar por Real, deporte de riesgo
Las denuncias ciudadanas por caídas en Real van en aumento Rosa cuenta el accidente de su madre que tropezó en unas losas hundidas
El mal estado de la calle Real se traduce asiduamente en caídas, con o sin consecuencias, de ciudadanos que dan con sus huesos en el suelo tras tropezar de una u otra forma con el suelo irregular en el que se ha convertido la superficie de esta arteria que cruza la ciudad. Lo sabe bien Encarnación Cabrera, que tropezó hace una semana, una caída que le ha llevado ya hasta tres veces al hospital. Lo explica su hija, Rosa María Muriel, que quiere denunciar lo sucedido para que las administraciones tomen medidas de una vez para el arreglo de la vía. Hay que recordar que la calle Real no está recepcionada por el Ayuntamiento tras las obras de peatonalización que realizó la Junta de Andalucía, y los trabajos para solventar el problema de la solería que están pendientes de desarrollarse.
"Estoy preparando la denuncia que vamos a presentar, y tiene una cláusula donde cuestiona sobre qué pide la persona afectada. Se refiere a una indemnización, pero nosotros pretendemos que hagan algo, que solucionen el problema de la calle Real", comenta esta mujer preocupada por lo que le ha pasado a su madre, pero que también le ocurre a muchas otras personas.
Rosa se hace eco de la situación de la solería de la calle Real, con losas levantadas, despegadas, retiradas de su hueco, que sobresalen; o bien losas hundidas, que no han podido soportar el peso del constante trasiego de vehículos en una calle al menos semipeatonalizadas. Son, en definitiva, un peligro para quienes caminan, van en bicicleta, usan silla de rueda o empujan cochecitos de niño o de la compra. No se puede, lamenta, andar por esta calle mirando todo el tiempo al suelo. En el caso de su madre, Encarnación, ésta pisó justo en una losa que estaba por debajo del resto del nivel del suelo, hundida, tropezó, cayó al piso y se golpeó la cabeza con los raíles del futuro tranvía. "Tiene la cara echá abajo, hinchada y con derrames, por el golpe que se dio, que fue muy fuerte", comenta. Las lesiones son más: una mano dañada y que lleva vendada y sujetada; una contusión en las costillas y otro derrame en el pecho. Primero, allí mismo fue atendida por un médico que pasaba. También acudió la Policía Local y los isleños que pasaban por el lugar se pararon para a preocuparse por su situación. "Venía de mi casa, en la calle Alsedo, y se calle justo en la calle Real, frente a la Casa de la Juventud, al otro lado de la vía, justo donde hay un banco, delante de una papelera", detalla Muriel, indignada por lo sucedido. Una ambulancia la trasladó al hospital Puerto del Mar, donde la atendieron en Urgencias. Eso fue el sábado pasado, pero durante esta semana ha tenido que acudir dos veces más a urgencias. "Estabas hablando con ella y se quedaba dormida, me daba miedo por el golpe en la cabeza, porque mi madre está operada del corazón y sufre ataques de epilepsia", añade.
Las lesiones por caídas en la calle Real cada vez son más numerosas. "Esta semana mismo me he enterado de cinco caídas más y el otro día tuve que ayudar a un hombre que iba en bicicleta", asegura Rosa María Muriel. Hace unos días, en la reunión que celebró la nueva plataforma anti tranvía Sentencia Tranvía, se mencionaban estos problemas que están teniendo los ciudadanos y se advertía de que las denuncias estaban aumentado. En estos casos, los afectados suelen presentar al Ayuntamiento una denuncia que supone la apertura de un expediente de reclamación patrimonial.
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