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"Lo de Colau no es un belén, es un adorno navideño"

Andrés Quijano de Benito | Presidente de la Federación Andaluza de Belenistas

Algo tiene el belén cuando se sigue montando en las casas, apunta este isleño que representa a todos los belenistas andaluces. "La tradición no se pierde y el belenismo está en alza"

Andrés Quijano de Benito, presidente de la Federación Andaluza de Belenistas. / Román Ríos
Arturo Rivera Barrera

08 de diciembre 2019 - 04:59

San Fernando/Los tiempos han cambiado. Y los belenes de hoy nada tienen que ver con esos grandes montajes de corcho, escayola y muy buena intención que antaño decoraba hogares o abrían sus puertas en locales y comercios llegadas estas fechas. El nivel ha subido hasta alcanzar cotas inimaginables. En San Fernando especialmente, pero también en otras localidades. Tanto como para convertir a menudo a estos nacimientos en auténticas obras de arte que asombran por su minuciosidad, impactan por su creatividad y maravillan por su versatilidad a la hora de mostrar como una misma historia se puede contar mil veces de manera diferente.

"El belenismo está en alza", admite Andrés Quijano de Benito. Este isleño preside desde 2017 la Federación Andaluza de Belenistas, que agrupa actualmente a 22 asociaciones de toda la comunidad, entre ellas a la de San Fernando (El Redentor).

Uno de los hechos que ponen de manifiesto esa buena salud de la que habla es la iniciativa que se está llevando a cabo para conseguir que el belenismo sea declarado Bien de Interés Cultural Inmaterial, lo que supondría un reconocimiento decisivo para esta tradición-afición. "Curiosamente, el Ayuntamiento de San Fernando fue el primero de Andalucía en adherirse a la petición", explica Quijano.

Como presidente de la Federación Andaluza de Belenistas, se encarga de coordinar esas peticiciones que se están recabando en los distintos municipios para trasladárselas a la Junta de Andalucía. Es el paso previo para elevar la petición a la Unesco para que reconozca el belenismo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Y en eso andan metidos belenistas no solo de toda España sino también de otros países.

"Estamos en conversaciones con la Junta y la cosa va muy bien", advierte Quijano. De hecho, el número de adhesiones de los distintos ayuntamientos no ha parado de crecer “y en casi todos los municipios se han aprobado de manera unánime”, señala sin dejar de sorprenderse por ese amplio apoyo que se ha conseguido.

Algo tiene el belén –apunta– cuando en pleno siglo XXI, en medio de un mundo que cambia radicalmente con los avances tecnológicos y en el que la fe y la religión no tienen en la sociedad el peso de antes, no solo se sigue poniendo en las casas cada mes de diciembre sino que hasta se reinventa cada Navidad de mano de las asociaciones de belenistas. Ahí está, por ejemplo, el belén dickensiano con el que José Manuel Coto dejó asombrado a todos el año pasado.

"La tradición no se pierde", constata. "Y las asociaciones belenistas –insiste– han hecho un trabajo enorme en los últimos años para impulsar la difusión del belén".

Por cierto, que el presidente de la Federación de Belenistas de Andalucía, aunque defiende a ultranza la innovación y creatividad en estos montajes, tiene muy claro que el polémico nacimiento de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no es un belén. "Es un adorno navideño pero no un belén", afirma tajante.

La versatilidad del belén –añade– te puede dar pie a contar una historia, a darle la vuelta, "pero tiene que haber un belén, tiene que haber corazón". Tiene, en definitiva, que existir siempre la intención del belenista de contar la historia del nacimiento de Jesús. Por eso, en este caso, prefiere hablar de "adorno de Navidad". Lo considera más apropiado.

Otro acontecimiento que para el belenismo andaluz será un punto de inflexión es el Congreso Internacional de Belenismo que se celebrará en el año 2023 en Andalucía con Sevilla como centro logístico y que coincidirá con el 800 aniversario del primer belén de San Francisco de Asís, "un acontecimiento extraordinario en el que San Fernando será una de las tres sedes del encuentro". Sin duda, insiste Andrés Quijano, será una ocasión única para mostrar el trabajo de La Isla, que es mucho y muy bueno.

"Aquí hubo un punto de inflexión con el congreso nacional que se celebró en el año 2010", apunta Andrés Quijano, que por entonces era el presidente de la Asociación de Belenistas de San Fernando, El Redentor.

"De repente vimos que en solo una semana se habían disparado las inscripciones en el congreso.Tuvimos que limitar a 450 personas la asistencia porque no encontramos un sitio con más aforo en la ciudad. Cerca de 170 personas se quedaron en lista de espera y a los belenistas de aquí tuvimos que pedirle que no asistieran porque no teníamos sitio", recuerda. Lo ocurrido entonces le vale para poner de manifiesto el tirón que puede alcanzar esto del belenismo.

Internet, señala, fue una de las claves que dio fama al belenismo isleño al haber sido una de las asociaciones pioneras en difundir a través de la red el trabajo que se estaba haciendo. "Eso hizo que nos conociera mucha gente en toda España", señala. Aquel congreso, además, visibilizó el belenismo isleño como algo que tenía valor para la ciudad, que era atractivo. "Así conseguimos que el Belén Monumental, que es una joya del belenismo, se quedara en el colegio (Manuel Roldán)", señala Quijano.

Ese fue el punto de partida de la muestra permanente de belenes que puede verse, previa cita, en la sede de los belenistas de la calle Marconi. Claro que aquello, que ha ido sumando con el paso de los años nuevos montajes, se ha quedado pequeño. Tampoco forma parte de una propuesta turística formal, ni siquiera durante las fiestas navideñas, lamenta el presidente de los belenistas andaluces, que insiste en que es un recurso que podría ser aprovechado para convertirse en un museo belenista por derecho. "Esto tiene un gran valor y merece que se reconozca", dice.

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