La Armada y La Isla recrean la primera victoria gaditana
El bicentenario de la Batalla de la Poza de Santa Isabel sacó de nuevo a la calle los uniformes de época en una conmemoración que culminó con una exhibición bélica de la Infantería de Marina
De la recreación histórica con uniformes de época, la Guardia Salinera y la marcha Ganando barlovento se pasó al más duro y estruendoso heavymetal que ayer acompañó la simulación bélica del grupo de operaciones especiales de la Infantería de Marina con la que la Armada conmemoró en el paseo marítimo de Caño Herrera -junto al complejo comercial de Bahía Sur- la primera victoria española sobre las tropas napoleónicas: la batalla de la Poza de Santa Isabel, de la que ayer se cumplieron exactamente 200 años.
Fue un acto ligado al espíritu del Bicentenario de Las Cortes y a su afán por la recuperación de la historia decimonónica de la ciudad y promovido conjuntamente por la Fundación Municipal de Cultura -con la colaboración de asociación de la Guardia Salinera- y la Armada española. Su objetivo: recordar la importancia de la primera batalla ganada a las tropas napoleónicas, acontecida también en La Isla. Una contienda poco conocida, incluso en la ciudad de San Fernando, pero que, sin embargo, fue decisiva para que la Bahía de Cádiz quedara completamente libre y pudiera luego acoger la celebración de las Cortes y la promulgación de la Constitución del Doce.
Junto a la primera teniente de alcalde, María del Carmen Pedemonte, la conmemoración de la batalla de la Poza de Santa Isabel contó con la participación del cónsul francés en Cádiz, Georges Fauré, del almirante de La Carraca, Juan Francisco Serón, y del general del Tercio de la Armada, Luis Martín de la Hoz.
El izado de las banderas -la francesa a los sones de la Marsellesa y la española y la del 2010 acompañada por la marcha real- y el descubrimiento de una placa conmemorativa de la victoria de la Poza de Santa Isabel abrieron los actos en el paseo de Caño Herrera a primera hora de una calurosa tarde.
A pesar de lo veraniego de la jornada, el evento fue seguido por un público bastante numeroso que se congregó a junto al molino de mareas recientemente recuperado. Soportar el calor fue en realidad el único problema que hubo que afrontar en una jornada esplendorosa que permitió contemplar desde el paseo los veleros de los clubes náuticos de la Bahía que tomaron parte en la recreación para simbolizar los navíos de la contienda de 1808.
La Armada, ataviada con uniformes de época, rindió homenaje a los marinos de ambos bandos caídos en la batalla con una ofrenda al pie de la placa conmemorativa y una salva de fusileros.
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