El monumento a Colón, iniciativa de un marino isleño

Bicentenario del Almirante Lobo en San Fernando

Pocos saben que la idea de erigir un monumento al descubridor de América en la capital madrileña fue iniciativa del marino isleño, el contralmirante Miguel Lobo Malagamba

El monumento a Colón de la capital madrileña, en una imagen reciente.
El monumento a Colón de la capital madrileña, en una imagen reciente. / EFE
Francisco Glicerio Conde Mora - Profesor del CUE Salus Infirmorum

06 de febrero 2021 - 06:00

San Fernando/En el Bicentenario del nacimiento del Contralmirante Miguel Lobo Malagamba (1821-2021) es justo reivindicar su figura. La breve vida de nuestro marino fue fructífera en ideas y proyectos como ya publicamos hace unos años. Es el caso del monumento a Cristóbal Colón en Madrid. Pocos saben que la idea de erigir una estatua al descubridor de América en la Villa y Corte comenzó durante el reinado de Isabel II (1833-1868), en 1861, siendo iniciativa de nuestro marino isleño con el producto de la segunda edición del Poema físico astronómico de otro marino, D. Gabriel Ciscar, obra que fue publicada por Lobo en dicho 1861.

En El Contemporáneo (Madrid) con fecha 3/5/1863,en el n.º 716, página 2. aparecía una carta del futuro Contralmirante-entonces Capitán de Fragata-, escrita un día antes, al director del periódico explicando su idea de promover un monumento a Cristóbal Colón:

"~Mi estimado amigo: Como quiera que el periódico El Eco del Ejército y de la Armada, en cuyas columnas ha estado abierta hasta ahora la suscricion para la estatua de Cristóbal Colon, haya puesto en su número de hoy, unas líneas, por las cuales pudiera creerse que esa suscricion se halla definitivamente cerrada, debo manifestar que sigue abierta, soló quo en adelante lo estará en las columnas de su apreciable periódico, en vez de estarlo en las del militar citado. Aprovecho esta oportunidad, para decir que tengo razones, por las cuales puedo asegurar, que de un momento a otro se demostrará el interés con que el gobierno de S. M. y los representantes del país miran la realización de una idea tan eminentemente nacional; como la de pagar el tributo que estamos debiendo á la memoria del hombre estraordinario, que llevó nuestra religión, nuestro idioma y nuestras costumbres al Nuevo-Mundo. Agradecido le quedará, señor director, si se sirve insertar en su periódico estos renglones, su afectísimo y mas atento servidor Q. B S. M.—Miguel Lobo".

En esta fuente de hemeroteca aparecen como primeros suscriptores los Reyes de España. Isabel II y su esposo Francisco de Asís (10.000 reales) así como los Infantes Duques de Montpensier (1.000 reales) D, Antonio de Orleans y la Infanta Dª Luisa Fernanda (hermana menor de Isabel II).

A través de las fuentes hemerográficas conservadas en la Biblioteca Nacional podemos seguir la intensa actividad de Lobo aunando apoyos para obtener fondos para la construcción del monumento a Colón. A través de El Clamor público ( 19/5/1863, página 1) conocemos los nombres de los componentes de la primera comisión encargada de la construcción del monumento:

"(…=El jueves 14 se inauguró, según anunciamos oportunamente, en uno de los salones del Congreso, la junta encargada de llevar a feliz término la suscrición para erigir un monumento, digno de su gloria, al más grande de nuestros descubridores, al inmortal Cristóbal Colon. La junta, compuesta de los señores don Salustiano de Olózaga, don Claudio Antón de Luzuriaga, don Claudio Moyano, don Pascual Madoz, don Miguel Lobo, don Ramón Topete, brigadier Reina, don Frutos Saavedra Meneses, don Laureano Figuerola, don Juan Valera, don Práxedes Mateo Sagasta y don Pedro de Egaña, se ha constituido, nombrándose presidente al señor Olózaga, y secretarios a los señores Sagasta y Valera".

Junto a D. Miguel Lobo, lo apoyaron en las gestiones para la búsqueda de fondos para la realización del monumento, D. Juan Bautista Topete y el brigadier José Mª Reina, buscando todos los medios convenientes, recabando el apoyo de figuras de primera línea de la centuria decimonónica.

Estas gestiones dieron su fruto ya que un año más tarde, en la Gaceta de Madrid del 23 de junio de 1864, Isabel II disponía que se erigiera el monumento al descubridor: Artículo 1.° Se autoriza al Gobierno de S. M. para que, de acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid y con la Junta formada en esta capital, erija una estatua monumental a Cristóbal Colón en el paseo de Recoletos, frente a la Casa de la Moneda.

Sin embargo había que reunir los fondos para costearlo. Durante su estancia en el Atlántico Sur, Lobo obtuvo que el gobierno de la República de Uruguay proporcionara mármol de ese país para el pedestal de la estatua, para que así reposara sobre suelo americano.

Tras regresar de a la Península Ibérica Lobo, sabemos que persistió en su proyecto, iniciado diez año antes, contactando durante la I República, en 1873, con D. Francisco Pi y Margall cuando este desempeñaba el cargo de ministro de la Gobernación para que, como miembro de la comisión, obtuviese del Ministerio de la Guerra el bronce necesario para la estatua al descubridor del Nuevo Mundo.

Desgraciadamente nuestro personaje no pudo ver culminada su iniciativa. D. Miguel Lobo Malagamba falleció en París (Francia) el 5 de abril de 1876. Dos años después del fallecimiento de Lobo, en 1878 se abrió entre los Títulos del Reino una suscripción para costear el referido monumento. Dª Elena Ravina, viuda de Lobo, en cuyo poder obraba un talón de depósito voluntario del Banco de España por valor de 22.950 escudos, producto de la suscripción nacional que hacía años había comenzado su difunto esposo, reiteró nuevamente sus instancias a fin de lograr se hiciesen cargo de la referida suma, reunida con el mismo fin, y que desde el año 1871 se hallaba en el Banco sin producir interés alguno.

En su consecuencia, el 20 de Mayo de 1881 accediendo a los deseos de esta señora, se celebró en la presidencia del Consejo de Ministros una junta que presidió D. Práxedes Mateo Sagasta (1825-1903), y a la que concurrieron como vocales de la primera comisión, los Sres. Moyano y los generales D. José Reina y Almirante Juan Bautista Topete, y en representación de la segunda comisión, su vicepresidente el conde de Casa-Valencia, ejerciendo como secretario el Sr. Triguerola.

En dicha reunión quedó acordado que se sumaran las cantidades que ambas suscripciones habían producido, estableciéndose que la comisión de Títulos del Reino se hiciera cargo de la referida suma de 22.950 escudos entregados por la viuda de Lobo. Esta entrega tuvo lugar el día 13 de este mes, recibiendo los citados fondos el marqués de Casa-Jímenez, en sustitución del tesorero de la comisión, marqués de Urquijo, que se encontraba ausente de Madrid.

Finalmente, cinco años después de su óbito en 1881, gracias a La Época sabemos que la construcción del monumento que propuso sería factible, bajo la dirección del arquitecto D. Arturo Mélida, autor del proyecto que finalmente fue aprobado, afirmando que "en breve darían principio las obras del mismo" en el centro de la plaza que lleva el nombre del descubridor de América, frente a la Casa de la Moneda.

El 1 de febrero de 1884 se colocaba la efigie de Cristóbal Colón realizada por Jerónimo Suñol. Finalizado el monumento en 1885, estaba prevista su inauguración para el 4 de enero de 1886, aniversario del regreso de Colón de su primer viaje. Sin embargo, el fallecimiento de Alfonso XII en 1885 fue una de las razones para no inaugurarlo en la fecha prevista siendo finalmente inaugurado el 12 de octubre de 1892, coincidiendo con el IV Centenario.

Situado en el centro de la plaza Colón, en 1973, a causa de los trabajos de remodelación de la misma, el monumento se trasladó al extremo derecho de los Jardines del Descubrimiento, hasta que ya en el presente siglo XXI, el año 2009 el Ayuntamiento de Madrid, devolvió la columna y la estatua del almirante, idea del Contralmirante nacido en San Fernando (Cádiz) en 1821 a su primitiva ubicación en el centro de la rotonda del paseo de la Castellana donde podemos contemplarla en nuestros días.

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