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Bicentenario del almirante Lobo: el marino de San Fernando que donaba piezas al Museo Arqueológico Nacional

El oficial isleño fue un gran colaborador del MAN, al que donó más de un centenar de piezas numismáticas y otros objetos fruto de sus viajes por América

En el siglo XIX llegó a considerársele como el primero de los benefactores del Museo

Fachada principal del Museo Arqueológico Nacional (MAN). / Francisco Conde Glicerio Mora
Francisco Conde Glicerio Mora - Profesor del CUE Salus Infirmorum (adscrito UCA)

27 de junio 2021 - 06:00

San Fernando/El conocimiento histórico (nuestro saber sobre acontecimientos o personajes pasados) no es similar a la realidad histórica. Profundizar en el conocimiento de nuestra historia a través de las fuentes nos permite a los historiadores conocer más sobre lo que realmente ocurrió, aportando nueva información e incluso corrigiendo relatos erróneos. Es decir, el conocimiento histórico, usando debidamente las fuentes, permite reconstruir la realidad histórica, lo que verdaderamente acaeció, analizando cuándo, cómo, por qué, dónde etc...

Con motivo del Bicentenario del nacimiento de D. Miguel Lobo Malagamba (1821-2021) nuevas fuentes están apareciendo que permiten una revalorización de su figura. No sólo en el ámbito local o militar, sino también en el de la cultura. En el artículo de hoy hablaremos de las donaciones del Contralmirante Miguel Lobo Malagamba al Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

La documentación que hemos podido conocer gracias a su sobrino-tataranieto D. Mariano Lobo Chaves y al Dr. Juan M. García-Cubillana de la Cruz nos permite conocer el interés del Contralmirante Lobo por enriquecer el patrimonio cultural de España poniéndolo a disposición de los ciudadanos. En San Fernando conocemos su compromiso con la cultura y su generosidad. Recordemos su legado, la Biblioteca Lobo de la que ya se habló en este Diario en artículos anteriores.

Nuestro isleño donó más de un centenar de piezas numismáticas al Museo Arqueológico Nacional (MAN). Además de estas piezas numismáticas –anteriormente mencionadas– sabemos que también donó una montura de gaucho de la República Argentina, un modelo de jangada de las costas de Brasil y un arma arrojadiza de los Indios Charrúas, fruto de los viajes por América de nuestro marino isleño.

Además de las fuentes primarias propiedad de la familia Lobo que hemos podido consultar, fuentes de hemeroteca que se conservan en la Biblioteca Nacional (BNE) acreditan el agradecimiento regio (de Isabel II) por estas donaciones.

Así, en la Revista de Bellas Artes, (publicación fundada Madrid en 1866) en su número 44 publicado en 4/8/1867, en su página 8, además de recoger las donaciones de la Real Academia de la Historia –y su instalación en un primer momento en el Casino del Príncipe (donde estuvo un tiempo el Casino de Madrid)– menciona también las donaciones de nuestro marino isleño:

"Continúan los trabajos para la instalación en el Casino del Príncipe del museo Arqueológico Nacional. Además de las colecciones que según anteriores noticias han de componerlo, figurarán en él los objetos cedidos por la Real Academia de la Historia. A semejanza de lo que pasa en el extranjero, es de esperar que los particulares expongan allí sus colecciones. El Sr. Lobo acaba de dar ejemplo de conducta tan patriótica enviando al museo su magnífica colección de medallas y monedas de las repúblicas hispano-americanas".

Estas donaciones comenzaron con el primer director del Museo Arqueológico Nacional de Madrid entre los años 1867 y 1868, D. Pedro Felipe Monlau. Las fuentes hemerográficas conservadas en la Biblioteca Nacional (edifico anexo al Museo Arqueológico) acreditan estas valiosas donaciones de D. Miguel Lobo.

Ponemos como ejemplo otra publicación de la Biblioteca Nacional, La España (Madrid. 1848), en su número n.º 6.701, página 3 (fecha 25/5/1868) donde queda plasmado el agradecimiento de la propia reina Isabel II a nuestro marino nacido en San Fernando hace 200 años.

"Se han dado las gracias de real orden al brigadier de la armada, D. Miguel Lobo por la remisión que ha hecho de varios objetos curiosos e interesantes al Museo Arqueológico Nacional".

Nuevamente en la Gaceta de Madrid aparecía el agradecimiento de la propia reina de España, Isabel II a nuestro marino isleño. Lo firma Orovio, Manuel de Orovio y Echagüe (Alfaro, 17 de julio de 1817 – Madrid, 18 de mayo de 1883), Ministro de Fomento entre 1866 y 1868:

"Instrucción pública.-Negociado 1º Habiendo donado a ese Museo D. Miguel Lobo, Brigadier de la Armada, una colección de monedas y medallas de las Repúblicas hispano-americanas, la REINA (Q. D. G.), conformándose con lo propuesto por V. S., se ha dignado mandar se den las gracias al donante por su apreciable y útil regalo, y que se haga público por medio de la Gaceta de Madrid su generoso desprendimiento. De Real orden lo digo a V. S. para su inteligencia y efectos consiguientes. Dios guarde á V. S. muchos años. Madrid 30 de Julio de 1867. Orovio. Sr. Director del Museo Arqueológico Nacional".

Se entiende que fue el propio director del Museo D. Pedro Felipe Monlau quién agradecido por generosidad de Miguel Lobo, propuso este regio reconocimiento a sus donaciones.

Ya a finales del reinado de Isabel II (1833-1868) –gracias a la documentación que conserva la familia Lobo– sabemos que el propio D.José Amador de los Ríos y Serrano (1868) escribía a D. Miguel Lobo agradeciendo sus donaciones.

Si consultamos el Boletín del Museo Arqueológico Nacional encontramos un artículo de lrene Seco Serra titulado Tesoros del país de Wa. La serie de Doce Monedas Dinásticas japonesas del Museo Arqueológico Nacional (publicado el 8/7/2006) que recoge la primera moneda japonesa del Museo, procedente de una donación de Miguel Lobo con fecha Entrada de 1868: 07/05: "Donación de D. Miguel Lobo , brigadier de la Armada . Monedas de Asia Oriental: 1 moneda de bronce de Japón, cuyo valor se ignora)".

Recordemos que el Museo fue inaugurado bajo el reinado de Amadeo de Saboya, el 9 de julio de 1871, siendo director D. Ventura Ruiz Aguilera (1868-1872). Sabemos que el propio Ventura Ruiz manifestó también su agradecimiento a nuestro personaje isleño.

En una publicación titulada Noticia histórico-descriptiva del Museo Arqueológico Nacional publicada siendo director del mismo el chiclanero D. Antonio García Gutiérrez (1872-1884) en 1876 (año del óbito de nuestro marino isleño) aparecen recogidos las personas que han contribuido a enriquecer el Museo Arqueológico Nacional.

Lo cierto es que en esta publicación anteriormente mencionada D. Miguel Lobo Malagamba aparece como el primero de los benefactores del Museo. Incluso después de fallecido, el legado de Lobo siguió enriqueciendo el Museo Arqueológico Nacional (MAN).

Gracias a la colaboración del propio Museo Arqueológico Nacional hemos podido consultar el expediente por el que se solicita que sean examinadas las colecciones de objetos de historia natural que ofrece en venta la viuda de Miguel Lobo, Dª Elena Ravina, autorizándose su compra por el estado con destino al Museo de Ciencias y al Museo Arqueológico. Existe además otro expediente de compra de colecciones a su viuda (1876/7) que incluye una lucerna de cerámica (con el número 13628) y una piqueta de hierro: (con número 10554) .

Agradecemos la información proporcionada desde el Museo Arqueológico Nacional que nos han remitido fotos de algunas de las piezas –de sus fondos numismáticos– donadas por el Contralmirante Lobo, entre ellas:

Lo cierto es que la intensa actividad desplegada durante su vida por el Contralmirante Miguel Lobo Malagamba sigue sorprendiéndonos doscientos años después de su nacimiento. Su ciudad natal, San Fernando (Cádiz), bien puede sentirse orgullosa de este isleño que aportó tanto a la cultura no sólo a nivel local –la Biblioteca Lobo– sino como hemos visto en este artículo a nivel nacional con sus donaciones al Museo Arqueológico Nacional (MAN).

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