Cambiar otra vez el 'chip' de la calle Real
tranvía
Tras ocho años haciendo uso de la calle Real con total libertad, los isleños tendrán ahora que acostumbrarse a una nueva realidad con la llegada del tren-tranvía
San fernando/El tranvía ha vuelto a La Isla. De momento, de pruebas. Como en noviembre de 2014. Pero con la firme intención de quedarse. En la madrugada de ayer ya se le vio circular de nuevo por la calle Real. A la tarde llegó hasta la Venta de Vargas y hasta se aventuró hasta la céntrica y concurrida plaza de la Iglesia.
Hoy está previsto que haga otra vez su recorrido por toda La Isla -hasta llegar a Río Arillo- en horario diurno. Todavía eludirá las horas punta y habrá operarios encargados de coordinar a pie su paso por la calle Real. Pero estas pruebas, que se prolongarán en los próximos días, serán también su bautismo de fuego en lo que al tráfico rodado se refiere. Porque en torno a la calle Real, a pesar de las obras de semipeatonalización llevadas a cabo, sigue gravitando buena parte de la circulación que se mueve por La Isla. La céntrica vía que atraviesa el municipio desde La Ardila hasta el puente Zuazo sigue siendo la arteria principal de la ciudad en todos los sentidos.
Por eso, una de las partes fundamentales de las pruebas que ahora acaban de comenzar tendrá precisamente este objetivo: coordinar el tráfico rodado, la regulación de los semáforos en rotondas e intersecciones, los cruces transversales que unen los extremos este y oeste de la ciudad y por los que circulan vehículos permanentemente, los tramos en los que se convive con los coches como pasa en la zona de San Francisco, los accesos a los garajes, los tramos por los que podrán circular los residentes, los taxis y vehículos de emergencia, la convivencia con los peatones...
Todo tiene que encajar obligatoriamente en una calle Real que, a pesar de todo el tiempo que ha transcurrido, no está todavía preparada para ello. Porque, precisamente, los reiterados retrasos en la puesta en servicio del tren-tranvía han tenido el efecto contrario al permitir que los isleños se acostumbraran a hacer uso con total libertad y sin restricción alguna de toda la calle Real. Y durante bastante tiempo, además.
Así ha sido desde que, poco después de que empezaran las obras el 1 de septiembre de 2008, comenzaran a liberarse tramos a medida que se iban ejecutando los trabajos. De hecho, los más céntricos estuvieron prácticamente acabados para la Semana Santa del año siguiente, en 2009. Y sí, ciertamente, en este tiempo ha habido múltiples reveses, se ha tenido que repasar en varias ocasiones la calle, se ha vuelto a abrir la calzada para arreglar los desperfectos, se ha permitido el tránsito de vehículos unas veces más y otras menos... Pero desde aquellas fechas -son aproximadamente ocho años- los isleños han disfrutado de una amplia calle Real que antes era para los coches (no en vano era la antigua travesía de la N-IV). De hecho, esta vía no solo ha sido -ya lo era antes- un escenario clave para la celebración de la Semana Santa, sino que también ha acogido cabalgatas, ferias, mercadillos, noches blancas, fiestas, conciertos, manifestaciones, desfiles y hasta juras de bandera.
Así que prácticamente nadie discute que la llegada del tranvía, al que hay que hacer hueco en la plataforma central de la calle Real, acarreará ahora un gran impacto para los isleños, que tendrán que hacerse a la nueva realidad tras años acostumbrados a disfrutar en libertad de toda la vía. Hay que cambiar el chip otra vez. Y adaptarse costará trabajo. Si los plazos iniciales para la puesta en funcionamiento del tren-tranvía se hubiesen cumplido ya llevaría años circulando y probablemente no existiría este problema.
La nueva ordenanza reguladora de la calle Real a la que ha dado forma el Ayuntamiento será la encargada de encauzar ese proceso de adaptación a la nueva realidad de la calle Real, al que los isleños se verán forzados en los próximos meses ante la inminente puesta en marcha de este nuevo medio de transporte metropolitano.
Y desde luego no es casualidad que en la misma semana en la que el tren-tranvía retoma sus pruebas funcionales por San Fernando el gobierno municipal vaya a impulsar la aprobación inicial de esta nueva normativa. Lo hará -previsiblemente- en la sesión ordinaria del pleno que se celebrará mañana, aunque por ahora se desconoce si el ejecutivo en minoría contará con apoyos suficientes para sacar adelante el texto.
El documento, del que ya se conoce un par de borradores, es tajante al poner límites a los peatones, a los que relega a los laterales de la calle Real, de vuelta a las antiguas aceras. Y señala con insistencia que "la plataforma tranviaria -los tramos más céntricos de la calzada- queda destinada a la circulación del tren-tranvía con total prioridad".
Las pruebas del tranvía empiezan ya en La Isla
Fue la primera vez que el tren-tranvía realizó el recorrido completo desde Chiclana hasta Río Arillo pasando por toda la calle Real. El primero que hace por toda la plataforma tranviaria, claro. Porque el trayecto se espera que continúe por la vía del tren hasta llegar a Cádiz. Las pruebas iniciadas hace unos días recalaron en la madrugada de ayer en La Isla. Dos años y medio después de los primeros ensayos, el tranvía volvió a recorrer el centro para, en primer lugar, "testar posibles desajustes" en el trazado, como explicó la Agencia de Obra Pública. Ayer, por la tarde volvió a verse por la Venta de Vargas e incluso llegó a la plaza de la Iglesia.
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